En el Valencia hace un año apareció el Príncipe de Johor con sus historias de instagram y su ‘amago’ de aterrizar en Mestalla. Lo que no pase en este club... Ahora es el hijo de Peter Lim el que aparece en una semana de final de Copa pero nadie sabe muy bien el motivo. Aparece en el vestuario a dar la mano a los futbolistas para animarles tras la derrota en un vídeo publicado por el club. Otro más. Uno fue antes de la final y otro después. Dos en una semana. Demasiado ‘gesto’ viniendo de donde viene el club. Y algo hace pensar al valencianismo -normal- que no es gratuito. No puede ser casualidad y además viene como anillo al dedo para ‘vender’ que existe cierta implicación desde Singapur. Qué mejor manera que ver al hijo del propietario metido de lleno con el equipo. Es la fórmula perfecta para, incluso después de la derrota, invitar a algunos a pensar que de verdad va a existir un cambio. Y más allá de la critica, lo peor es la desconfianza. Saber que su aparición no es ‘gratuita’.