Miradas sobre Soler

El drama no está en vender sino en comprar y reponer. No hay trazo para acercarse a ese círculo virtuoso

Carlos Soler siempre ha dejado claro que le gustaría seguir en el Valencia CF.

Carlos Soler siempre ha dejado claro que le gustaría seguir en el Valencia CF. / Francisco Calabuig

Rafa Marín

Rafa Marín

Las cosas con la renovación de Soler no están realmente tan distintas a como estaban. Resulta una evidencia que el tiempo juega cada vez más en contra del Valencia, no solo a la hora de alcanzar un acuerdo que se antoja lejano sino también a la de pactar un precio de salida con el que perder y no más perder a un año vista de quedar libre.

A nadie le va a extrañar, menos aún a al jugador, que el baile de nombres siga a la orden del día, bien es cierto que unos con más fundamento que otros. Se sabe y además desde hace tiempo que el club ha vuelto a hacer tarde, que es Soler quien tiene la sartén por el mango y que económicamente, aunque es verdad que quiere quedarse, hay poco margen para que eso se consiga.

Ya no es solo comprobar hastá qué punto es cierto por parte de Lim que quiere precisamente que se quede, sino que la clave pasa por si puede y en términos financieros hasta por si debe. Se habla con ligereza de romper la banca cuando de puertas para afuera Tebas aprieta a las instituciones con el estadio y para adentro Gómez lo hace con un fair-play a reventar.

Deportiva y económicamente lo mejor sería que se quedara, pero es del todo normal que Soler no quiera hacerlo a cualquier precio ni de cualquier forma, lo que ya de por sí deja negro sobre blanco buena parte de los problemas reales detrás de que a día de hoy no hayan renovado tampoco Gayà ni un Guillamón que con el acuerdo por rematar. Y lo mismo respecto a que sigan en standby las opciones de compra de Alderete y Duro a la espera de liquidez, dos asuntos que preocupan y ocupan. 

Reunión en el Palau

En este Valencia en el que se ha normalizado estar tres temporadas consecutivas fuera de Europa o que la continuidad de Bordalás dependa de una reunión en la que hay que cambiar cosas, el drama no está tanto en vender como en comprar y sobre todo en reponer sin seguir perdiendo nivel. Falta trazo para volver al círculo virtuoso perdido y no hay visos de que eso vaya a pasar pronto, como tampoco de que la reunión de hoy por el estadio sirva para mucho. No es hablar... Es cumplir y hacer las cosas bien, como toca.