La exclusiva que SUPER destapó este domingo por la noche y que va a tener continuidad durante los próximos días, de aquí hasta el último partido de la temporada en Mestalla, no es más que la confirmación de lo que el valencianismo viene viendo y denunciando en torno a la gestión de Peter Lim y la presidencia de Anil Murthy. Las conversaciones del presidente, bajo el término Meriton Confidencial, demuestran que el proyecto en marcha sigue sin ajustarse al historial ni a las aspiraciones de un club que lleva tres temporadas seguidas fuera de Europa y que aun así corre el peligro de volver a bajar el listón. En un momento tan clave como el actual, con una parte de la masa social preparando una nueva manifestación y las instituciones en una mesa de negociación para retomar las obras de Mestalla, la información resulta de interés general y de lo más relevante. La continuidad de Gayà y Soler, por ejemplo, se antoja realmente difícil debido a la preocupante situación económica, mientras que la de Bordalás, un técnico «especial», está llena de contradicciones y evidencia que los pilares sobre los que tendría que apoyarse la relación no son lo suficientemente estables. Tampoco se trata de nada que no haya trascendido hasta la fecha de manera pública, en especial en las últimas ruedas de prensa, pero con estas confidencias tratamos de poner negro sobre blanco tanto el presente como el futuro inmediato. Las piezas que vamos a continuar publicando durante las próximas horas, acompañadas por fragmentos sonoros en la web y las redes sociales, arrojan luz también sobre lo que puede esperarse en otros temas de máximo interés como son el estadio o incluso la percepción que el propio Anil tiene de su jefe y la gestión que le espera a la institución mientras que sigue en el aire si su hijo acabará o no dando un paso al frente. Que el coste de la primera plantilla ronde los 70 millones de euros es una realidad detrás de la que, entre otras cosas, se encuentra la preocupación del míster y también de muchos futbolistas que están en el mercado. Hay muchas cosas que cambiar y, siendo Lim el máximo accionista, todas pasan por sus manos.