Aquella jornada en la que se marchó la luz contra el Alavés y Anil Murthy mandó callar a Mestalla quedó claro que el presidente no respetaba a los seguidores. Tampoco se puso nunca delante de una cámara a pedir perdón.

Simplemente pedir perdón. Sin excusas. Solo decir que eso era intolerable y asumir que era el momento de marcharse de la entidad. Si un presidente hace eso el siguiente paso debe ser dimitir. Y con los audios sucede algo similar.

No tiene respeto por la afición, tampoco por los políticos, por entrenadores y evidentemente por el Valencia CF. En ningún momento se podría permitir que alguien suelte frases como «te echo a toda la prensa encima si te vas gratis». En definitiva, la afición tiene un partido importantísimo el próximo sábado.

Clave. Vital en todos los sentidos. Y se juega fuera. Por eso es importante apoyar a todas esas plataformas que quieren mostrar su descontento con una situación que no debe estirarse.