Opinión

El héroe del silencio

Es cierto que las verdades las cantó desde dentro, pero no es momento para aplaudir la equidistancia

Bordalás, en la rueda de prensa de su adiós al valencianismo

Bordalás, en la rueda de prensa de su adiós al valencianismo / JM Lopez

Se equivocó de plano Bordalás, más vasallo que señor en una silenciosa despedida con la que será recordado por el noveno puesto en LaLiga antes que por la final de Copa que estuvo a un penalti de ganar. Aunque las verdades del barquero ya las cantó cuando debía y sin temblarle la voz, su adiós fue una ocasión perdida para salir a hombros.

En un momento en el que la equidistancia contra Lim no es una alternativa, lo que tocaba era hacerse un Marcelino o un Prandelli. Pero el técnico, rememorando una de sus intervenciones más comentadas, sí que se se salió esta vez por peteneras. Nada que no ocurriese otras veces, sin ir más lejos cuando se puso de perfil ante la manifestación. Fiel a su particular estilo de rajar en caliente y echar el freno de mano en frío, esa dualidad incontrolable es evidente que ha terminado pasándole factura.

Sin aplausos de los presentes, el vacío en la sala cuando dejó de hablar fue atronador. Y es que una cosa es el enorme respeto hacia el Valencia CF, que está demostrado que se lo tiene, y otra muy distinta el que se merecen quienes tenían decidido su despido desde mucho antes de La Cartuja.

Mejorable adiós al fin y al cabo en una tarde en la que, así como quien no quiere la cosa, le arrancaron una foto junto al cartel de ‘Lim Go Home’, propiedad de uno de los aficionados que desde la calle dijo lo que el ya exmíster se calló. El valencianismo siempre hablando claro.  

Suspenso

No hay otra nota que el insuficiente para Quico y su Consejo después del doble descenso del primer equipo y el filial. Sin embargo, no era su continuidad lo que estaba en juego sino la credibilidad de un proyecto que sigue sin saberse qué va a ser. Uno también, a la espera de entrenador, al que va a faltarle Morales.

El futuro del presidente, que llegó a flaquear, estaba claro desde que llegó Miñambres. Pero Quico cumplirá mandato y ya se verá si hay otro. Tampoco habría estado de más, por cierto, una Junta General para haber dado más valor a la moción de confianza de los patronos.