Opinión

Tebas, Lim y el Valencia CF

Lo grave no es proteger a Lim sino insistir en culpar a las instituciones del problema que tiene el Valencia

Javier Tebas

Javier Tebas / JM. López

Cierto que fue recibido en olor de multitud, pero se desconoce dónde escuchó Tebas que volvía el «¡Viva Peter Lim!» después de ganar la Copa. El presidente de LaLiga, que cada vez que habla del Valencia acaba ofendiendo, rompió ayer la enésima lanza por el máximo accionista.

Sin embargo, lo grave no es que opine lo que quiera y ni siquiera que lo proteja. Lo grave es que insista en que el problema del estadio es político y que culpe a las instituciones de que al dinero de CVC le salgan telarañas.

No hay duda de que lo ideal para todos sería retomar las obras, pero eso no puede ser a toda costa y menos aún después de haber escuchado de boca de la nueva consellera de Política Territorial que no ha mantenido «ningún contacto» con el club desde que asumió el cargo. Es posible que Tebas desde la distancia no lo sepa o que le dé lo mismo, pero de lo que se trata es de cumplir con las garantías y tener claro qué terreno se pisa. 

Trabajo

El tema médico fue uno de los caballos de batalla de Bordalás y ahora está por verse si también de Gattuso, que a diferencia de su antecesor sí ha tenido audiencia en Singapur, lo que se supone que le dota, al menos en teoría, de autoridad en las decisiones.

El tiempo dirá pero a falta de mayor estructura debe ser el entrenador quien se encargue y responsabilice de poner en marcha una temporada en la que serán importantes tanto los grandes como los pequeños detalles. Y el del doctor, una vez que calibre cómo es de grave, es de los primeros. 

Confianza

Hay que reconocer que Mehdi Nafti no entra por los ojos, como en su día tampoco fue el caso de Luis García, Juan Ignacio, Paco López o Muñiz, entrenadores que en sus respectivos castings demostraron mayor convencimiento que el resto de aspirantes.

La de Miñambres es una apuesta arriesgada pero con criterio y contracorriente cuando lo fácil o cómodo habría sido dejarse llevar, así que de entrada lo que hay que darle al jefe del banquillo azulgrana es tiempo y confianza. Eso y desearle que la plantilla que se ponga a su disposición esté a la altura de lo que se necesita para volver a Primera. 

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