Opinión

La afición a un lado

Los precios de los abonos eran una ocasión que ni pintada para demostrar que «la gente está en el centro»

Una imagen de Mestalla y de la campaña de abonos

Una imagen de Mestalla y de la campaña de abonos

La campaña de abonos era una oportunidad que ni pintada para demostrar que lo de «la gente en el centro» que dijo Sean Bai iba en serio. Sin embargo, un año después de que el expresidente Murthy hablase de subirlos en cuanto pasase la Covid, el 90 por ciento de nuestros encuestados opina que mantener los precios de cuando se jugaba Champions no es de recibo. Una vez más los hechos no coinciden con las palabras: la afición, en lugar de en el centro, queda a un lado.

Aunque sacarse el pase del Valencia CF tiene que estar por encima de Meriton, al valencianista hay que cuidarlo. Todavía más debido al riesgo de que Mestalla siga vaciándose tras la tercera temporada sin Europa y la ausencia de alicientes alrededor de un proyecto con la única cara nueva de Gattuso y a la espera de los anunciados traspasos. Es un misterio cómo piensan ingeniárselas para cumplir el objetivo ya no de mantener los 31.494 abonados de la 21/22 sino de aumentarlos a 36.000, la mitad del aforo que por ley debería tener ese Nuevo Mestalla que se presenta mañana.

Por primera vez en cuatro años existe la posibilidad de nuevas altas y a eso hay añadir la voluntad de recuperar la grada de animación, pero preocupa el oscurantismo sobre con quién se están produciendo esas reuniones. Faltan reclamos y caras que ponerle a un Valencia CF en el que solo hay transferibles y que vende como un éxito que Gayà y Soler, sin noticias de sus renovaciones, estén convocados para el primer día de pretemporada.

Adiós a la leyenda

El Comandante no es un traidor pero tampoco le toca una despedida con honores. Como profesional, por más que dijese lo contrario, está en su derecho. Y también lo estaba de cubrirse las espaldas quedando libre en caso de descenso. Fue así como se puso a tiro de clubes como el Villarreal desde hace más tiempo del que parece. Morales se va y posiblemente para no volver, aunque él eso no lo tiene claro. Es una realidad sobre la que el club intentó que reflexionara, evidentemente sin éxito. Siempre quedará el recuerdo pero su condición de leyenda está herida de muerte.

Suscríbete para seguir leyendo