Opinión

Protección letal

El Mundial no será especial solo por jugarse en otoño, también por hacerlo en una sola ciudad

El Mundial de 2022 será muy diferente

El Mundial de 2022 será muy diferente / Kurt Schorrer / HANDOUT

Esto no es el título de uno de los últimos blockbusters de Hollywood, y no va a arrasar en este verano, sino que es lo que va a ocurrir en Qatar, en la Copa del Mundo de FIFA; que ya está a cinco meses, nada más, de empezar, cuando hace nada nos parecía tan lejana.

Y es que la OTAN, esa organización que dio tanto juego durante la guerra fría, y luego en un referéndum que se organizó en España y que hizo que nuestro país entrara en la misma y que, ahora, ha sido el naipe que ha caído, haciendo que Rusia lo utilizara para comenzar su invasión en Ucrania.

La OTAN ha sido y es una alianza protectora de cualquiera de los países miembro que la integraran y, por eso algunos se apuntaron, por el miedo a que un enemigo histórico (o no…) se pusiera en plan invasor. Con el final de la guerra fría entre EEUU y la URSS, pareció que su cometido no tenía casi ningún fin y que, un día u otro, se iba a desmantelar.

La guerra de Rusia contra Ucrania ha hecho que, al intentar evitar que ésta se apuntara al carro “otanesco”, la haya revivido, y mucho. Países como Finlandia y Suecia, que ni pensaban en entrar en ese club, han tardado muy poco en pedir incorporarse, por el miedo al ogro ruso. Finlandia ya ha conocido, durante la segunda guerra mundial, lo que puede hacer el vecino del este…

Pero, no se trata de esto, sino de que la OTAN se ha puesto de moda en el fútbol, puesto que ha acordado con el emirato de Qatar que va a proporcionar una protección militar al Mundial de 2022. Aquí la FIFA no tiene que ver, o si, pero no tanto, y sí el emirato y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que es su nombre completo.

Y es que la propia OTAN ha publicado que va a apoyar a los qataríes en su mundial, para impedir que amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares se lleven a cabo de verdad. Además, llevará la protección de los personajes importantes (VVIP y los menos VIP) que vayan a acudir al acontecimiento futbolístico.

Asimismo, llevara un equipo contra explosivos, que controle estadios, hoteles y demás lugares del emirato donde se reúnan los mandamases de los distintos estados y federaciones. Esto es una novedad, porque la OTAN no tiene como miembro a Qatar, pero parece que hay buenas relaciones entre ambos.

De esa forma, el mundial no solo será especial porque se va a jugar en otoño, sino también porque lo hará en una sola ciudad y, finalmente, porque tendrá una protección casi de película. Recuerdo la de Stanley Kubrick, “Teléfono rojo. ¿Volamos hacia Moscú?” en la que esa guerra fría lo era de verdad y no tan tibia como parece ahora (si bien calentada por Rusia).

Será extraño ver cómo un estado no miembro es protegido por la OTAN y uno se pregunta si aquí hay un contrato de por medio y se paga por ese servicio. Me imagino que sí. De todas formas, tal y como está el mundo, no está de más que una competición que es, sin duda, la más importante y seguida en el deporte, tenga alguien que vele por que no ocurra ninguna maldad…

Nos hemos quedado sin fútbol y esperamos ya que comience la temporada, que será extraña, por ese corte del Mundial. Todos estamos expectantes y será interesante ver tres partidos en vivo en un día (digo los que vayan físicamente a Doha). Nunca se ha visto y quizá nunca más se vea. Mientras esperamos la liga en agosto, recomiendo a la escritora mozambiqueña Mia Couto, con su libro “El mapeador de ausencias”. Disfrútenlo.

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