Opinión
Un bloqueo que desespera
El nuevo Valencia posMurthy ha estado rápido cambiando el talante del ex presidente, evitando un descalabro mayor, tanto deportivo como social. Pese a que se agradecen los gestos de Sean Bai o la mejor sintonía de Layhoon con Ximo Puig, por ejemplo, solo son pasos a la desesperada esperando encontrar una senda al menos transitable. El 30-J acecha y en el plano deportivo da la sensación de que solo se tiene técnico, pretemporada y calendario de Liga. Las urgentes salidas no se han consumado y por lo tanto cualquier aspiración a reforzar la plantilla ahora mismo es eso: aire. En el social la ATE y el nuevo estadio también apremian al Valencia a mover ficha. De nuevo, pasos se han dado, pero para retomar unas relaciones con las instituciones rotas y con el tiempo en el cogote. Similar panorama al deportivo. Sin embargo lo verdaderamente frustrante es la sensación de bucle año tras año: sin Europa, sin margen económico y sin estadio. Urgen soluciones una vez más.
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