Opinión

Aviso a navegantes

Confiar en Gattuso es hasta cierto punto lógico, yo también lo hago, pero sin jugadores ni una política de fichajes con una hoja de ruta clara es, una vez más, una moneda al aire

Gatuso, en la Ciudad Deportiva de Paterna

Gatuso, en la Ciudad Deportiva de Paterna / Francisco Calabuig

Un verano más, el valencianismo mira al banquillo casi como el único motivo por el que ilusionarse. Ya lo dice el refrán: ‘el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra’. En el caso del Valencia CF serían ya unas cuentas más. Y no hay que culpar al aficionado ni mucho menos. La contratación de Gattuso es el único punto positivo desde que acabara la temporada. Bueno... y la salida de Anil Murthy lógicamente. Pero más allá de la llegada del italiano, el mercado de fichajes da tan pocas alegrías que, de momento y solo de momento, imaginar un cambio en Mestalla es invitar en exceso al optimismo.

Porque la realidad es que en estos momentos pensar que Meriton ha cambiado es viajar a 2020 y pensar que con Javi Gracia se acababa el problema. Y así fue el verano. Una buena desbandada de futbolistas, cero fichajes y un equipo que se quedaba sin clasificarse para Europa. La segunda vez consecutiva. La tercera llegó tras el ilusionante fichaje de Bordalás.

Del ‘bronco y copero’ a las discrepancias por la ausencia de un ‘6’ más allá de la sintonía inicial no pasó mucho tiempo. Y aquí estamos. Un verano más tarde pensando en que con Gattuso esos mismos que vaciaron el equipo, y no fueron capaces de darle a Bordalás un pivote, ahora sí le darán mimbres a Gattuso. Los mismos que hace un mes estaban buscando un director deportivo y la figura de un presidente y ni rastro de una cosa ni de otra. 

Nada le gustaría más al valencianismo (o al menos a su mayoría) que estar equivocado en sus expectativas sobre el mercado de fichajes. Porque si Gattuso quiere salir con el balón jugado desde atrás, hacerse fuerte en el centro del campo y potenciar un juego con dos extremos y un nueve, al equipo le faltan demasiados nombres. Y en estos momentos la única realidad es que Guedes, casi seguro Soler y algún que otro jugador importante de la plantilla saldrá por la puerta. Mientras, en el plano llegadas son todo incógnitas. Con la pretemporada ya comenzada no parece la mejor solución estar a estas alturas con un equipo que poco tendrá que ver con el que arranque el curso.

Todo eso contando además con la importancia que puede tener un inicio de temporada con el Mundial de fondo y el parón de noviembre condicionando los primeros meses. En definitiva, con el míster Gattuso hay pocas dudas. Pocas sobre su capacidad en el banquillo, su gestión en Pisa, en Milán y en Nápoles. Pero con el mercado de fichajes hay demasiadas y Meriton se ha ganado por méritos propios desconfiar de que esta vez vaya a hacer bien su trabajo. 

Por todo eso, las primeras imágenes de Gattuso en los entrenamientos son, de alguna manera, ese segundo de esperanza cuando uno tira la moneda al aire y espera que salga cara. En esas situaciones, eso sí, las probabilidades son del cincuenta por cien. Mientras, con Meriton al frente y el mercado de fichajes por delante, la posibilidad de éxito se reduce a un número mucho menor. Ojalá estemos muchos equivocados. Será buena señal. 

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