Opinión

El autoboicot de LaLiga que perjudica al Valencia

El campeonato español invierte en el extranjero y pasa del producto nacional; la Premier ‘obligada’ a fichar en casa

Aurelien Tchouaméni, el fichaje más caro de LaLiga en este mercado, procede de la Ligue 1

Aurelien Tchouaméni, el fichaje más caro de LaLiga en este mercado, procede de la Ligue 1 / EP

Johan Cruyff, adelantado a su tiempo, era firme defensor de pagar un traspaso por encima de fichar a jugadores libres. El razonamiento, muy simple: el dinero que va de un club a otro se reinvierte en el mercado; el que va a un jugador o a una prima de fichaje, se queda en el bolsillo del futbolista. Si la Roma, el Wolverhampton o quien sea paga un traspaso por Gonçalo Guedes, el Valencia utilizará ese dinero para confeccionar su plantilla o tapar deudas. Incluso puede que parte de ese dinero regrese al club comprador en el futuro, de forma directa o indirecta. Si el Valencia vende al portugués al equipo de Mourinho, el Valencia tendrá el dinero para firmar al Politano de turno y su club, el Nápoles, fácilmente podría encontrar su reemplazo en la Roma. El dinero entre clubes es como la energía, que ni se crea ni se destruye: se transforma.

Acaba de empezar el mercado de fichajes y ya llevamos semanas esperando que algún club extranjero active el dominó de movimientos para poder empezar a ver traspasos en España. Nadie tiene dinero y cada vez hay menos jugadores atractivos para el panorama internacional. Mendes tiene las bazas de Joao Félix y el propio Guedes para agitar el árbol y desbloquear el puzzle de cada verano, en España, pero el panorama es desolador. El problema hasta ahora parece claro: ningún equipo de LaLiga se la juega claramente por el producto interno. Entre los 30 fichajes más caros de la historia de LaLiga, solo hay dos traspasos entre clubes españoles. Los dos los protagoniza Antoine Griezmann, al pasar de la Real al Atleti y de los colchoneros al Barça. Todas las demás inversiones han ido a parar a ligas extranjeras. Por ponerlo en perspectiva, entre las 15 compras récord de la historia de la Premier y la Serie A, los ingleses cuelan cinco traspasos internos y los italianos otras siete. El reglamento de la Premier y la dificultad para obtener permisos de trabajo ponen en valor a los jugadores criados en el Reino Unido, mientras que en el ‘calciomercato’ impera la tradición de vender e incluso compartir los derechos económicos de sus jugadores con clubes que tienen los mismos objetivos. Entre los diez españoles más caros de la historia de LaLiga, cuatro de ellos fueron ventas del Athletic Club (Kepa, Laporte, Javi Martínez y Ander Herrera), con problemas evidentes para reinvertir ese dinero en el mercado. Morata, vendido al Chelsea por 66 millones de euros, fue cubierto casi al peso por Luka Jovic dos temporadas más tarde. El Atleti cubrió la salida de Rodri con Marcos Llorente, pero ese dinero lo acabaría poniendo el Real Madrid en el fichaje de Camavinga. Antes o después, el dinero que genera LaLiga acaba fuera del sistema español, principalmente por la reticencia de las tres grandes potencias del campeonato nacional a invertir en el mercado interno... y de la zona noble a vender jugadores a los rivales directos. Siguiendo con el ejemplo de Guedes, el Valencia se puso firme con Sevilla y Villarreal para evitar que el jugador explote en un rival directo por Europa. Monchi acabo fichando al Tecatito Corona y Roig, a Arnaut Danjuma.

Hasta el momento, la Ligue 1 francesa es el principal destino de los fondos españoles, con 92 millones de euros. La pasada temporada, tanto Francia como Italia e Inglaterra fueron los destinos principales de los fondos de LaLiga. Mientras tanto, Serie A y Premier siguen reinvirtiendo sus beneficios en fichar a talentos de su propia liga mientras aprovechan el todos contra todos del campeonato español.

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