Superdeporte

Superdeporte

Juanma Romero

La necesaria competencia a Dubljevic

El fichaje del ‘5’ es el más importante que tiene que hacer el Valencia Basket

Bojan Dubljevic, en la grada de La Fonteta GERMAN CABALLERO

Sin desdeñar el resto de fichajes realizados hasta el momento, la contratación que todavía debe acometer el Valencia Basket es la más importante. El tan manido ‘5’, con capacidad atlética, jugador físico, imponente en la zona es el gran reto de Chechu Mulero para completar, a expensas de situaciones particulares como de la Dimitrijevic, la plantilla para la próxima temporada. La tarea no es sencilla porque el mercado no ofrece tantas alternativas en un puesto tan determinado y porque además la competencia con el resto de clubes es brutal. A todo ello se une el particular reto de buscar un jugador complementario a Dubljevic. El montenegrino va a disputar su undécima campaña en La Fonteta para igualar con Rafa Martínez en este escalafón. Dubljevic es un jugador con una ascendencia social fuera de toda duda y partir como ‘competencia’ o alternativa no es fácil. Desde que llegara del Buducnost con solo 20 años, pocos podían pensar en su recorrido hasta hoy. Toni Muedra lo reclutó para el conjunto taronja en un año en el que por ejemplo también aterrizó en La Fonteta un tal Nando de Colo

Sin dominar el español poco a poco Dubljevic encontró su hábitat en la ciudad y en el club, y pronto fue un icono para el seguidor con unos números descaradamente en línea ascendente. Nominado como el mejor jugador joven en la Eurocup, fue uno de los artífices del título de 2014 ante el Unics Kazan y por supuesto en la Liga Endesa en 2017. Su apartado en estadísticas y logros personales ha escrito infinitas líneas, barriendo registros año tras año.

Pese a su enorme catálogo de virtudes, talento y aportación siempre he echado en falta en Bojan cierto carácter de colmillo. Pese a que los números no lo confirmen, es evidente que Dubljevic ha tenido ciertas fases de acomodamiento, momentos en los que se ha sabido imprescindible y en los que sin necesidad de dar el 100% ha conseguido conservar su estatus con una mínima exigencia. El montenegrino siempre ha pregonado que le gustaría ser un hombre de un solo club, y ese es el Valencia Basket. Muchos clubes han tocado a su puerta con contratos suculentos y la negativa siempre ha sido su respuesta. En La Fonteta, Dubljevic ha encontrado su zona de confort, su hábitat, y en su fuero interno no necesita nada más. Esta es la mejor baza del club, pero no es contrario a tratar de pinchar el globo de su estima, a buscar a ese Dubljevic hambriento, ambicioso, el que nunca ha escondido que quiere algún título más.

Aquí quizás ha tenido mucho que ver el diseño de las plantillas en las que el segundo de a bordo nunca ha podido hacer sombra a Bojan. Por eso es clave acertar en todos los sentidos. Aunque con 30 años Dubljevic tiene recorrido, es complicado que mejore lo que hasta ahora hemos visto. Con una Euroliga en la que la capacidad atlética es vital, el de Niksic necesita al lado un escudero. Su tiro exterior, el movimiento certero a la media vuelta y el liderazgo continuarán, pero eso no es óbice a encontrar a un jugador contundente en el rebote, líder en la zona, aguerrido en defensa, características en las que Bojan no brilla tanto.

Con contrato hasta 2023 y con posibilidad de ser ampliado un año más, Dubljevic tiene que estar sí o sí en la plantilla que inaugure el nuevo Arena e indudablemente es otro candidato firme a que su ‘14’ cuelgue de lo más alto del techo del pabellón. Un jugador único.

Compartir el artículo

stats