Superdeporte

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Joan Carles Martí

Apuntes de esperanza

Ha sido empezar a rodar el balón, y que un entrenador se lo crea, para disparar la ilusión

Afición valencianista en Suiza Francisco Calabuig

Para que luego digan que el valencianismo es demasiado exigente. Ha sido empezar a rodar el balón, y que un entrenador se lo crea, para disparar la ilusión, que es un concepto consustancial al fútbol. Venimos de tantas decepciones deportivas y sociales que el personal necesitaba un respiro y es cierto que Gattuso le ha dado la vuelta al equipo en el césped y por lo que cuentan las crónicas de Iván Carsí desde Suiza, también el ambiente de la plantilla parece bueno.

Quedan tres semanas para el inicio del curso, que tal como está el mercado, son una eternidad. Es más, hasta finales de agosto habrá muchos movimientos, con la prioridad de buscar el refuerzo en el centro del campo, además de un plan por si sale alguno de los mejores.

Hace tiempo que uno de los mejores entendidos del fútbol me contó que la clave de bóveda de un buen equipo estaba en el mediocentro. Juntó los dedos de las manos realizando una figura de ‘v’ invertida y sin separarlos del centro de gravedad, formaba una ‘v’ como si los dedos formando un eje de rotación arriba y abajo, según se defiende o se ataca. 

Está estudiado y demostrado que el éxito del Valencia de principios de siglo fue la pareja de centrocampistas Albelda-Baraja. Formaron ese eje de gravedad decisivo que necesita un equipo. Cierto que algunos técnicos también preparan a sus equipos para que las bandas sean decisivas, pero ahí se necesitan jugadores singulares de alto coste. Y la perfección se roza cuando a un centro del campo solvente se le unen carrileros únicos. No hay equipos así en LaLiga, y muy pocos en la Premier, la auténtica cuna del fútbol total.

Consciente de las posibilidades y también de las limitaciones del equipo, Gattuso hace bien en realizar todas las pruebas posibles, que es lo que debe hacer un entrenador nuevo. Luego supongo que adaptará el mejor sistema de juego a la plantilla, y no al revés, como hemos visto en los últimos inquilinos del banquillo en Mestalla.

Aunque no creo en las casualidades, los mejores resultados deportivos del Valencia han coincidido con las cíclicas crisis de la entidad. Recuerden que en aquel equipo que ganó dos ligas y una Copa de la UEFA había un máximo accionista     -Paco Roig- en guerra permanente con el consejo de administración -Pedro Cortés, Jaume Ortí, Manuel Llorente-. Así que los más viejos del lugar sabemos de qué va esta película.

Solo un apunte más sobre la ilusión. Según el diccionario de la RAE, ilusión es un «concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos». Ojo al dato.

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