Opinión

El Valencia de Gattuso ‘exige’ fichajes a Peter Lim: no seamos torpes

Démonos cuenta de que el esfuerzo que hay que hacer tiene toda la pinta de ser la diferencia entre un buen y un mal año

Gattuso necesita más piezas para que el equipo sea competitivo

Gattuso necesita más piezas para que el equipo sea competitivo / JM López

El Valencia de Gattuso pide −por favor− fichajes en varios puestos clave. Es algo obvio. Sólo con ver lo que pretende el equipo, a lo que quiere jugar, las necesidades salen de forma natural. Es posible que si algunos jugadores dan un paso adelante, algo que se atisbó contra el Girona, seamos mejor equipo que el curso pasado; pero si queremos estar en Europa, o por lo menos pelear por uno de esos puestos, hace falta traer un central de jerarquía, un mediocentro organizador y un delantero. Un extremo derecho puede ser también importante, pero entiendo que todos, empezando por el entrenador italiano, nos daríamos con un canto en los dientes si viéramos que llegan refuerzos para las tres primeras demarcaciones señaladas.

Peter Lim, que al final es por quien pasa todo, debe entender que sería una inversión que le vendría muy bien al equipo… y a él. Y es que yo siempre miro el enfoque empresarial cuando se trata del máximo accionista. Una SAD vale más si juega en Europa, si tiene un campo nuevo, si vende el viejo estadio para acabar con la deuda… y así hasta todo lo que queramos. No podemos ser torpes, como de alguna manera nos pasó el año anterior. Que no nos falte la peseta para el duro otra vez. Si vendemos a Maxi Gómez (que igual a esta hora ya está hecho) y sale alguno más, tendremos espacio en la plantilla y margen en el FPF para poder firmar lo que nos falta. Y en esas decisiones tendremos que ser inteligentes, porque no podemos firmar sólo a un jugador, tengámoslo claro. No voy a poner nombres de fichajes porque el mercado depende de muchas variables y porque, aunque hay nombres que suenan más que otros, las decisiones se deben basar en criterios deportivos, con el beneplácito de Gattuso, y han de ajustarse a los parámetros económicos actuales. E insisto: ahora mismo nos hacen mucho más papel tres futbolistas buenos que uno muy bueno, lo cual suele equivaler a muy caro. La idea es formar un buen bloque, tener alternativas que nos permitan jugar de varias formas distintas, incluso cambiando durante el propio partido como sucedió el domingo pasado.

Lo que hemos de buscar es contar con 17-18 jugadores de un nivel alto; lo más alto posible. Así podríamos ir al máximo cada fin de semana, pensando que nosotros, por desgracia más que por suerte, no tenemos competición europea. Esta sensación la tuve el año pasado. Supongo que todos. Veías al equipo, te daba buen rollo, y pensabas que con los fichajes que faltaban podríamos estar ahí. Pero no llegó todo lo que hacía falta y, a la postre, media tabla, y la final de la Copa del Rey. Gattuso ha conseguido que el personal, dentro y fuera, se crea lo que él quiere proponer, y eso es un logro muy importante. Pero para poder ejecutarlo, como le pasaba a Bordalás, hacen falta una serie de especialistas en determinados puestos, unos que no pueden dejar de venir.

Lo de Nico González tiene muy buena pinta, va a ayudar mucho, no cabe duda. Pero esos tres de los que estamos hablando son fundamentales. A fin de cuentas vamos a luchar contra Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla, Villarreal, Betis, Real Sociedad… Contra muchos equipos que nos llevan ventaja, que ahora mismo son mejores que nosotros. Y una cosa digo: tener esto claro no es malo ni negativo, no hagamos dramas por todo. Señor Peter Lim, no podemos volver a meter la pata, a quedarnos cortos, a ser rácanos en la inversión deportiva. Al final hablamos de un club de fútbol y un club de fútbol vive de eso, de lo deportivo. Hay un cuerpo técnico y una plantilla que creen de forma ciega en lo que hacen y una afición que está totalmente volcada con su equipo −lo demostró metiendo 40.000 personas en Mestalla en pleno mes de agosto y con un puente de por medio−. No seamos torpes otra vez. No seamos poco inteligentes otra vez. Démonos cuenta de que el esfuerzo que queda por hacer tiene toda la pinta de valer la pena, de ser la diferencia entre un mal y un buen año deportivo. Y económico, señor Lim, y económico también.

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