Opinión

El efecto Koné está de vuelta

Wesley y Musonda no deben cargar con la mochila del mejor nueve de la historia

Musonda, en un entrenamiento

Musonda, en un entrenamiento / JM Lopez

En vísperas del partido ante el Real Zaragoza, el Levante ya recibió su bautismo en la categoría plata. Considerado como uno de los rivales a batir, la SD Huesca planteó un encuentro cerrado que se atragantó al conjunto de Nafti, confirmando que todavía tiene mucho trabajo por delante. Pese a que hubieron ocasiones para ganar, el engranaje de los granotas todavía no está del todo ensamblado y ni mucho menos el once tipo. Debe ser difícil la gestión para el técnico de una plantilla que no está todavía cerrada ni en cuanto a llegadas ni en cuanto a salidas. El peaje de un calendario precipitado y con el mercado abierto conlleva estas cosas que hay que saber sobrellevar.

Precisamente hace pocos días se confirmó la llegada de Musonda. El ex del Chelsea estuvo probando durante dos semanas con el primer equipo para confirmar que puede ser útil. Su contratación llega en unos parámetros muy similares a los de Wesley. Siendo realistas, ni el belga ni el brasileño hubieran recalado en Orriols en circunstancias normales. Hablamos de un perfil de futbolistas con caché y por los que se pagaron en su día cantidades importantes. Las lesiones sin embargo han hecho que sus caminos se unan. Lo que parecía ser una carrera ascendente se torció sobremanera para los dos con dolencias graves de rodilla que les obligaron a cambiar de cuajo sus ambiciosas aspiraciones en las que la Champions y los títulos emergían en el prometedor futuro.

Dijo Miñambres en la presentación que la llegada de Moraes no suponía ningún riesgo deportivo ni económico. Estando de acuerdo en lo segundo, en cuanto a lo primero es lícito tener dudas. De hecho, en el debut ante los oscenses, el delantero brasileño tuvo que ser atendido tras un salto, y las alarmas y el miedo se apoderaron tanto de la grada como de la zona noble. Para ganar hay que arriesgar, y aunque entiendo que no se reconozca abiertamente, sí es verdad que Wesley conlleva asumir que su rodilla no es la misma que hace tres años aunque no por ello debe ser obstáculo para que sea determinante. Con Musonda los precedentes en Holanda con dos lesiones muy graves hacen también que estemos alerta. En plenitud, ha de ser un jugador especial, pero para encontrar su mejor versión habrá que esperar…y rezar para no toparse con recaídas.

Y en todo este escenario es inevitable no acordarse de Koné. El marfileño escribió una brillante página en la historia granota con 17 goles en la máxima categoría. Koné llegó cedido desde el Sevilla en su último año de contrato y tras haber tenido una carrera exitosa en la que las lesiones lo alejaron del primer nivel. El africano fue el todo o nada y el resultado es de sobra conocido. Éxito deportivo y económico. Cargar a Moraes o Musonda con la mochila de emular a Koné no sería justo, pero es inevitable que el aficionado vea en ellos reflejado al que ha sido el mejor ‘9’ que ha vestido la camiseta del Levante.

Por cierto, cuando escribo estas líneas aún no está definido el futuro de Jorge De Frutos. Hablando de lesiones, si yo fuera el jugador me pensaría realmente si el Getafe me valora como toca o no. Ofertar cada vez de manera más arcana, demuestra una confianza cuanto menos dudosa. Respeto que por cuestiones personales y futbolísticas se quiera marchar, pero salir hacia un club que no quiere pagar lo que vale, a mí me daría que pensar. El club lo tiene claro. Ni el Getafe ni nadie les va a tomar el pelo. Ya lo saben.

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