Opinión
Otra vez a empezar
Kluivert llegó sobre la bocina por Bryan Gil pero la foto de impacto fue la de Soler con los colores del PSG
Soler, con la camiseta del PSG
La foto de Kluivert aterrizando sobre la bocina compensó el chasco de Bryan Gil pero ni de lejos la puñalada de ver a un símbolo como Soler con la camiseta del PSG. Aunque hoy sea otra historia con la presentación en Mestalla de todos los fichajes, ninguno excepto Cavani parece llamado ni en condiciones de llenar el vacío del capitán y de Guedes. No llegó la guinda, aunque la comparación entre Mata y James era imposible.
Y se solucionó al fin el problema de Maxi con el axioma de que mejor perder que más perder con los 5,4 millones brutos de su contrato. La suerte está echada y el Valencia de Lim y Mendes de las últimas horas del plazo pasa ahora a ser el de Gattuso, la mejor noticia de este verano a la espera de que con Gayà y Guillamón no tengan que pasar ocho meses para renovarlos. Se acabó un mercado del que durante los próximos días irán trascendiendo cosas y que a la postre es de nuevo un volver a empezar.
Adiós a los mejores y propuestas rechazadas por los más jóvenes con la esperanza de que se revaloricen. Tras dos derrotas de tres partidos y un gol a favor (de penalti), los resultados serán ahora los que dictarán sentencia sobre un proyecto que contando con un multimillonario al frente ojalá no hubiese estado tan y tan condicionado por lo económico.
Pulso
La recta final del plazo deparó otro día intenso que lo fue especialmente en Orriols por De Frutos. El Levante aguantó el tipo y no cedió ante un Getafe al que Quico y compañía le tenían ganas. Con 10 millones fijos sobre la mesa, la papeleta era complicada pero su continuidad hay que interpretarla en clave de inversión deportiva y financiera. En realidad vale bastante más de lo que a Ángel Torres le habría costado. Junto a Campaña, por cuya cesión no se escuchó a nadie, De Frutos debe convertirse en una bandera del ascenso.
Rentable
El Villarreal pagó la cláusula de Mojica, un lateral bueno, bonito y barato con el que cierra una plantilla en la que siguen todas las estrellas. Y el Elche, pese a esta fuga y la de Abde, conserva a Lucas Boyé, que no es un mal negocio.
