Opinión

Sonrisa contagiosa

Los imputs de la renovación tras la cumbre con Lim son muy positivos. Y el sitio en la Roja es en propiedad

Entrenamiento de la selección española

Entrenamiento de la selección española / Pablo García/RFEF

La sonrisa de Gayà es la del Valencia CF. Después de una sanción de la que ya ha pasado página pero con la que estuvo en jaque su presencia en el Mundial, el capitán del murciélago se mantiene fijo en la selección y es un fijo en los planes de Luis Enrique. Buena noticia para todos que ahora hay que rematar con la renovación. A la espera del regreso de toda la expedición de Singapur, los imputs son positivos. Hay luz verde de Lim y ese acuerdo que no ha estado ni cerca ni lejos y que se ha hecho de rogar durante demasiado tiempo parece por fin y definitivamente encarrilado. Una vez se firme, pelillos a la mar y a seguir. Pero a un símbolo como el lateral izquierdo de Pedreguer hay que cuidarlo, entre otras cosas porque en Mestalla se viene de haber perdido a un internacional como Soler y él y Guillamón están llamados a mantener el pabellón alto. El proyecto deportivo, sin entrar en el asunto de las cesiones, se tiene que apoyar en ellos. 

Director de fútbol

Más que el perfil y la persona por la que se apueste para apuntalar la estructura deportiva, realmente lo que importa es que tenga mando en plaza. Y ya no tanto independencia como la suficiente ascendencia en la cadena para que se le tenga en cuenta en todo momento. Un Gattuso en potencia que tome decisiones y sepa cómo hacerlo. Es una necesidad, aunque no la única, para que al club no se le pare el reloj ni siga viviendo con la condena a los malabarismos de estos últimos mercados. Si Layhoon es capaz de poner orden en esa parcela tendrá mucho adelantado. Y tiempo para centrarse en el Nou Mestalla. 

Fútbol femenino

El año de la profesionalización ha llegado con marejada y la calma no aparece por ningún lado. Cuando por fin se había conseguido que la Liga F se pusiera en marcha y las árbitras levantaran el hacha de la guerra, la nueva revuelta en la selección vuelve a ser un flaco favor en todos los sentidos para los interesados. Con independencia de lo que ocurra con el cuestionado Vilda, hay mucho que arreglar y pulir. Cosas que todas las partes del conflicto se tienen que mirar. 

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