Opinión

Un punto de partida

No solamente experiencia. Para aspirar a Europa hay que tener más cosas. Y no a 20 euros en el mercado

Hugo Guillamón y Paulista, celebrando un gol

Hugo Guillamón y Paulista, celebrando un gol / Marta Pérez

La figura de Gattuso sigue estando por encima de los resultados. Volvió a demostrarlo tras el empate ante el Espanyol, un marcador que posiblemente sea el que menos se repita durante una temporada en la que lo normal será ganar o perder pero no firmar tablas. El entrenador, con pocos grises, se ha ganado al personal porque cuando habla le da igual si quien está delante es un jugador, un periodista o el mismísimo Lim. Sin embargo, pese a lo claro que está tanto el diagnóstico como la receta, en Cornellà se hizo evidente que el Valencia tiene que dar más. Y que es muy grande el margen de mejora. Aunque se mereció los tres, el primer punto a domicilio llegó sobre la bocina y con buenas dosis de chamba. Para aspirar a Europa faltan cosas que cuestan bastante más que 20 euros para comprar experiencia en el supermercado. Más allá de ese titular, y de que la tendencia sea a tirar de ofertas, Rino se cargó de razones poniendo el dedo en la llaga en un proyecto en plena construcción. Y con el peligro del que él mismo ha advertido sobre que se derrumbe cuando acaben las cesiones o el máximo accionista vuelva a verse obligado a vender a los mejores (después de renovarlos). El equipo compensa con su propuesta y estilo los puntos de menos que a estas alturas lleva respecto a Bordalás. Pero le puede la ternura, los despistes como el del 1-1 y las niñerías como la de Marcos André. Si se mira el vaso medio lleno, hay un buen punto de partida para continuar creciendo. Y eso es, mientras los partidos de casa se sigan sacando, con lo que hay que quedarse. 

Crisis

Sin término medio, el Levante ha tomado decisiones de riesgo. Ha sido la seña de identidad de Miñambres, tanto en lo que respecta a la selección de jugadores (apuestas como la de Wesley o Musonda) como especialmente del entrenador. Ocho jornadas después, la que sobre el papel es por inversión la mejor plantilla de LaLiga Smartbank no ha arrancado. Y la incertidumbre crece alrededor de un Nafti que necesitaba como pocos que los primeros resultados le acompañasen. Es pronto, pero la curva empieza a ser descendente en Orriols.

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