Desfile de modelos

No es momento de cuestionar el modelo de Rino ni de generar más dudas. Pero hay que hacerle algún retoque

Gattuso, muy serio durante un entrenamiento

Gattuso, muy serio durante un entrenamiento / Francisco Calabuig

Rafa Marín

Rafa Marín

El ADN ‘Bronco y Copero’ que estuvo hasta en la sopa pasó a mejor vida. Y hay que reconocer que son pocos, por no decir nadie, los que han ido a llevarle flores. Gattuso llegó, vio y apostó por un modelo en las antípodas. Otra historia con la que el más pintado se llevó las manos a la cabeza y que más allá del descalabro del 23 de julio contra el Stuttgart se acabó dando por buena, además para sorpresa de propios y extraños. Tres inesperados partidos después, sin embargo, las dudas se han vuelto a apoderar del ambiente y el bajón de la derrota contra el Mallorca (y ojo que no fue penalti, que esa es otra) lo impregna todo.

El algodón no engaña y las sensaciones tampoco disimulan ni la tierra de nadie en la clasificación ni los síntomas del peor partido hasta la fecha. Sin embargo, la confianza en Rino sigue intacta. Y así tiene que ser, por mucho que se le hayan visto las primeras costuras o algún amago de enseñar la patita. Después de que todo le parase tan bien, ahora se tiene que enfrentar a una tesitura delicada. Su modelo es el que es y no tiene porqué renunciar a las primeras de cambio, que es algo que tiene también que ver con la buena onda que se respira en Mestalla. Igual de importante es la labor en Paterna para seguir creyendo en el estilo como la necesidad de hacer lo posible para no volver a las andadas de los tiempos en los que el equipo dejó de ser competitivo por culpa de su excesiva fragilidad mental. Es momento de mantener la calma y ser realistas con lo que hay y lo que se viene. Pero también de hacerse fuertes, correr con sentido y no repetir la bisoñez de sumar puntas para nada salvo para perder la batalla y hasta olvidarse del último cambio.

Valencianía

Recién renovado, y además con todas las de la ley, Gayà recibe este lunes el premio al mejor deportista valenciano del año en la Gala de Premios de Levante-EMV, que celebra la friolera de 150 años de vida. Un galardón más que merecido con el que el de Pedreguer, de capitán a leyenda, suma y sigue en este momento en el que ha sido el primero en levantar la voz de alerta a raíz de esta imprevista mala racha de resultados.

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