Pensando en Hierro, Isco y De Gea

En Rusia el seleccionador era Hierro y llegamos a octavos. Cómo no venirse arriba

De Paul, frente a Arabia Saudí

De Paul, frente a Arabia Saudí / Juan Ignacio Roncoroni

Gauden Villas

Gauden Villas

  • Inglaterra siempre puede con lo que a Europa se le hace bola. Esta vez fue la Irán de Queiroz. Primera buena noticia del Mundial. El fútbol cobarde del portugués se ha llevado un buen correctivo nada más empezar. Con un poco de suerte, Gales los liquida en el siguiente partido.
  • Parece obligado querer que gane Argentina. Y va a ser que no. Su grupo es blandito así que resistirán. De Paul juega ahora peor que cuando, de niño, lo hizo en Valencia. Gracias, Cholo. Maradona hizo el milagro en el 86 pero no tenía esta defensa. Ni al Papu. Pobre Messi.
  • También perdió Qatar, selección que carece de simpatizantes. Salvo los que son de allí, más Donald Trump y Putin. Compran a precio de oro Academias, nacionalizados exprés y entrenadores, pero el fútbol es otra cosa. No hay qataríes suficientes para tanto partido. Pueblan las gradas albañiles de Sri Lanka, Bangladesh y sitios así. Muchos preguntan por qué al fútbol no se juega con un palo, como al críquet. Lo mismo que, como buen tamil, preguntó Anil Murthy en su debut en el palco de Mestalla.
  • Ecuador, como Francia, tiene futbolistas negros y aficionados blancos. Los ves allí, animando, y parece que se han equivocado de selección.
  • Llega, por fin, España. En Rusia el seleccionador era Hierro y a pesar de eso llegamos a octavos. Cómo no venirse arriba. También estaban De Gea e Isco. Uno lo recuerda y le entran escalofríos.
  • Costa Rica es un aguerrido grupito de don nadies. Con ellos juega Duarte, el mismo que mandó al Levante a Segunda a golpe de cantadas. Escudarse en los nervios del primer partido es de perdedores. Cuchillo entre los dientes y a correr en plan Etoo. Las excusas, a otra ventanilla.

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