El fallo de Balde abre la herida de Gayà

Balde va a ser un cañón, ya ha empezado a serlo, pero está jugando un Mundial con 17 ratos en Primera. Tal vez a Gayà, con más de 300 partidos, un gol y dos asistencias a Alemania, no le hubiera pasado

A Balde le pudo la presión contra Alemania

A Balde le pudo la presión contra Alemania / EFE

Andrés García

Andrés García

Prometo que estoy haciendo un esfuerzo por olvidar la traición de Luis Enrique a José Luis Gayà y vivir el Mundial de la selección española como si nada hubiera pasado. Pero cuesta. No es fácil. La herida se abre a menudo. Y más cuando ves su camiseta con el dorsal ‘14’ en el campo con el nombre de Alejandro Balde a la espalda. Duele. Y todavía más cuando ves que al chaval del Barça le pudo la presión nada más entrar. Una indecisión suya a los pocos segundos de saltar al césped le costó el gol a la Roja.

El azulgrana comprometió a Laporte después de un mal control y no estuvo contundente en defensa para corregir su error. No fue el culpable, pero sí responsable. Su entrada al campo demostró que, sobre todo para las grandes citas, está a años luz de un Jordi Alba que fue el mejor del partido. Es normal. Balde va a ser un cañón, ya ha empezado a serlo, pero está jugando un Mundial con 17 ratos en Primera. Tal vez a Gayà, con más de 300 partidos, un gol y dos asistencias a Alemania, no le hubiera pasado.

Luis Enrique fue injusto con el capitán, pero sería injusto no reconocer todo lo bueno que está haciendo en Catar. Apuesta por Rodri de central y está funcionando, mete a Asensio de falso ‘9’ y lo hace bien, saca a Morata desde el banquillo y marca a los pocos minutos. Es un gran entrenador. Sin darse cuenta está retratando a Xavi Hernández. Que nadie olvide que el centro del campo del Bayern pasó por encima del Barcelona hace pocos días. Ayer fue muy distinto. El asturiano es buen técnico, es buen gestor de grupos, pero fue muy injusto con Gayà. Todo es compatible. José se merecía estar ahí aunque fuera en el banquillo. La herida va a tardar mucho en cicatrizar. Un mundo.

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