Un ‘flashback’ llegado de Rusia

España hasta ahora tenía algo positivo. Algo que le salvaba en absolutamente todos los parámetros. Con el fútbol que estaba desplegando, una derrota en octavos, cuartos o semis producto de un mal día estaba permitido. Porque ganar un Mundial nunca es fácil. Nada sencillo. Pero los 90 minutos de ayer contra Japón fueron el peor de los síntomas posibles. España recordó a la selección de 2018. Recordó a ese equipo simplón, sin profundidad, sin generar ocasiones y en el que ni ponerse por delante en el marcador asegura nada. España no fue la España de Luis Enrique, sino la de Fernando Hierro en Rusia. Un equipo vulnerable tras pérdida y cero peligroso con balón. Lo digo creyendo que España está a tiempo de reconducir la situación e incluso de ganar el Mundial. Pero la peor de las noticias es que lejos de acercarte a esa versión de la Eurocopa de 2021, en el que caer en penaltis contra Italia no generó ningún drama, España fue un ‘caramelo’ para su rival. Gracias a Dios que a Alemania le dio por hacer un favor a la selección. 

El lateral

Creo que Luis Enrique ha hecho mucho bien a La Roja y que con otro entrenador España ni tan siquiera sería considerada como una de las posibles campeonas. Pero también creo que con Balde se tomó una decisión precipitada. El lateral está blandito, tanto como en el Bernabéu en su único partido exigente. Ayer más que su defensa en el segundo tanto, lo peor es la sensación de verle temblar. También su pérdida en el primer tanto fue un síntoma de debilidad. Y creo sin embargo que Balde será un lateral top, que disfrutaremos en España durante muchos años y que estará entre los mejores del mundo. Pero tal vez el Mundial le ha llegado demasiado pronto. 

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