Luis Enrique para lo bueno y lo malo

España tiene un reto por delante con Marruecos y no es futbolístico. Es mental. La realidad es que más allá de la derrota contra Japón, el combinado de Luis Enrique tiene muchos motivos por los que creer en estar en cuartos, pero en este país todo se reduce a montar drama con las derrotas y dejar claro que cuando se marca un 7-0 a Costa Rica es porque... ‘era Costa Rica’. Y sí, Keylor y compañía estuvieron tan flojos que sorprendió a propios y extraños, pero la selección se ha ganado el crédito más allá de los tres partidos disputados hasta la fecha.

Que gusta incendiar está claro, pero tanta verdad es que España jugó su peor partido desde 2018 en el Mundial, como que en la era Luis Enrique ha estado a la altura ante rivales de mayor exigencia. Sin ir más lejos en la Eurocopa de 2021. 

En definitiva, Luis Enrique, con sus grandes errores como el adiós prematuro de Gayà, y alguna que otra decisión como el cambio de Morata contra Japón, es el mejor aval para un grupo que tiene a un líder claro y con el vestuario igual de unido que siempre. El técnico tiene a todos enchufados y el trabajo debe ser más mental (hacerles creer que son los mejores del mundo) que físico o táctico. Y eso que en esto último hay que mejorar... y mucho. 

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