Voluntad vs credibilidad

El discurso de Kiat mejora y mucho lo que viene siendo Meriton. Otra cosa es cómo sea de creíble

Kiat Lim.

Kiat Lim. / Valencia CF

Rafa Marín

Rafa Marín

Tan cierto como que el listón de Meriton estaba muy bajo lo es también que el discurso de Kiat sí que es un punto de inflexión. El problema para el hijo del máximo accionista, sin embargo, es que el apellido Lim le abrirá infinidad de puertas en la vida pero ahora mismo no en València. Menos todavía si son las de la credibilidad. El nuevo consejero del club ha sido el protagonista de una semana en la que se ha convertido en la cara amable del régimen, sobre todo después de que Layhoon se mostrase como una auténtica dama de hierro. Las formas siguen siendo muchísimo mejores que en la etapa de Murthy. Pero el fondo no ha cambiado tanto respecto a lo que hacía el expresidente: el proyecto deportivo sigue siendo de bajo coste, el estadio está tan embarrado como siempre y ojalá que en la consulta a los abogados para bajar el cupo de acciones no salte la sorpresa. Que en vez de confianza se pida comenzar de nuevo demuestra clarividencia. Pero con palabras y gestos, como ocurre con todo, va a seguir siendo insuficiente. Solo hechos. No basta con la buena voluntad. Más allá de las paradojas y de los puntos de contradicción, al mensaje deportivo de Europa y de los títulos le falta un compromiso contante y sonante. Va ya demasiado tiempo en el que la sensación es que todo el engranaje funciona en base a que las aportaciones desde Singapur se limitan a mantener la persiana subida y así tirar adelante. El tiempo dirá. Pero a expensas de acontecimientos, hoy toca disfrutar del partido contra el Nottingham y del Centenario de un Mestalla que sigue al pie del cañón. Y por el momento con cuerda para rato.

Villarroelada

Manda narices que sea el antiguo máximo accionista, que se jugaba su patrimonio pero salió como salió, quien solicite por carta a la Fundación que se abstenga de votar en la Junta de accionistas del lunes. Que existe un conflicto de intereses es tan cierto como que Villarroel no es el más indicado para según qué cosas. La vida da muchas vueltas. Que se lo digan a Pablo Martínez y Brugui, dos fichajes de la exdirección deportiva que el tiempo ha puesto muy en valor.