¡Qué grande está el niño!

Moukoko celebrando un gol con el BVB

Moukoko celebrando un gol con el BVB / EFE

Juan de Dios Crespo

Juan de Dios Crespo

Esto es lo que puede decirse en las selecciones africanas que disputan, desde hace un par de días, el campeonato de menores de 17 años de ese continente, y es que todos parecen muy crecidos, lo que ha dado lugar a alguna situación embarazosa.

Así, la selección de Camerún, de cuya federación es presidente Samuel Eto’o, decidió eliminar de sus potenciales jugadores a 30 de ellos, porque no pasaron el examen de edad, que se realiza mediante una resonancia magnética que puede determinar, casi con toda seguridad, si hay alguna trampa en esos menores de 17 años.

Encontró 30 que no pasaron la prueba, pero algunos si se han podido inscribir y Camerún ya empezó la competición. Pero no todo ha sido igual… La selección del Chad ha sido eliminada por no querer pasar los tests preceptivos que se pusieron en marcha a principios de la década pasada, al ver que, con extraordinaria tranquilidad, venían chicos que parecían padres de algunos futbolistas.

También se ha eliminado a la República Democrática del Congo, así como a la República Centroafricana, con lo que este campeonato, que clasifica para el Mundial de menores de 17 años, se queda algo cojo. Y eso puede no parar aquí, ya que quizá algún jugador se vea excesivo y tenga que pasar otro test.

Sabemos que, o al menos eso me han dicho, muchos niños en países sobre todo de la África subsahariana, son inscritos en el registro civil con un par de años de retraso, con el fin de que, si tienen que ir al servicio militar, sean ya talluditos. No sé si sigue siendo esa la razón, pero continúa el problema, como hemos podido apreciar en esta Copa de África de menores de 17 años.

No creo que haya una razón de Estado, para ganar competiciones deportivas, sobre todo de fútbol, y que aquél tenga una política de inscripción tardía, así que me quedo con la explicación que me han dado desde hace años. Tiene su lógica y la querencia de los progenitores para con sus hijos puede hacer que esa omisión sea la razón del registro retardado.

Pero, los controles que se obligaron a hacer ya hacen que selecciones eliminen anticipadamente a posibles jugadores o que, directamente, sean dejados fuera por la propia Confederación Africana de Fútbol.

Estas competiciones se siguen por multitud de buscadores de talento, para normalmente clubes europeos y la edad real tiene mucho que ver con las posibilidades de un futbolista de acabar en nuestro continente. Además, con el famoso acuerdo de Cotonou, los africanos subsaharianos tienen el derecho a establecerse legalmente en los países de la Unión Europea, como si fueran comunitarios. 

Eso hace más apetecible el estar presente en los partidos del campeonato, pero el paso dado por África para el control de la edad es algo digno de aplaudir, lo que evitará suspicacias sobre el DNI de quienes se quiera fichar y lo de “¡qué grande está el niño! solo afecte a los que de verdad han crecido más allá de lo habitual…

Empieza el frío, o eso dicen, y hay que establecerse en casa, hasta que vengan días mejores, por lo que recomiendo una pequeña joya que se ha redescubierto, “El pasajero”, de Ulrich Boschwitz, desaventuras de un judío por su Alemania de 1938. No se la pierda y abríguense.

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