Los centros al área como actores protagonistas

La primera parte fue del Valencia. La segunda parte fue del Valladolid. Ambos equipos fueron actores secundarios en comparación el verdadero protagonista del partido, el centro lateral.

Cavani, decepcionado tras un partido

Cavani, decepcionado tras un partido / JM. LÓPEZ

Andrea Esteban

Andrea Esteban

La pasada semana se lo escuché a Pochettino. El exitoso entrenador está dedicando ahora mismo su “descanso activo” en estudiar y analizar una acción de juego que está siendo muy protagonista en el fútbol moderno. Si un entrenador con todo su bagaje dedica la mayoría de su tiempo actual a analizar, reflexionar e intentar mejorar la manera de defender este tipo de acciones, me lleva a pensar que multitud de partidos se están decidiendo a través de está acción de juego. 

El Valladolid y el Valencia basaron toda su proyección ofensiva en este tipo de jugadas. El gol del Valladolid, sin ir más lejos, llega gracias a esta acción. Y es que, como dice Pacheta, su equipo meneó el árbol hasta que consiguió el fruto que buscaba. Ganó el partido gracias a Machís que, desde el carril lateral, consiguió sacar un centro medido al segundo palo, con la intención de encontrar a un compañero que pudiese rematar y dar la victoria a su equipo, que no ganaba desde noviembre. Y así es como llegó el 1-0, en los últimos instantes de partido, sin dar apenas opción de empatar a un Valencia CF, que se mostró competitivo en la primera parte, pero que apenas compareció a partir del minuto 45. 

Si analizamos más detenidamente este tipo de acciones, debemos decidir si lo hacemos desde una perspectiva ofensiva o defensiva. Me he decantado por poner el foco en la fase defensiva y desglosar la acción del gol. 

La mejor manera de defender un centro al área es evitándolo. Por tanto, lo primero que intento transmitir a mis futbolistas es que para ser consistentes y evitar peligro en un centro lateral, la defensora debe de estar cerca, reducir el espacio y evitar centro o, como mínimo, provocar un golpeo incómodo. El Valencia CF defendió el carril lateral con superioridad numérica gracias a que Yunus llegó para ayudar a Mosquera en la defensa del posible centro. Esa ayuda no fue suficiente, y Machís hizo lo que mejor sabe hacer, llegar a línea de fondo y generar una ocasión de gol.

Si ahora ponemos el foco en el área, el equipo defensivo debe de tener claras cuáles son sus referencias. En el gol había igualdad numérica en la previsible zona de remate, cuatro atacantes del Valladolid marcados por cuatro jugadores del Valencia. Todas las zonas cercanas a portería estaban defendidas por mínimo un jugador visitante. Sin embargo, si vamos al detalle, los centrales se encuentran en su frecuente zona de actuación, en contraposición a la defensa del segundo palo, que se produjo por un mediocentro en lugar de por el teórico lateral. Almeida ocupó esa zona marcando a un atacante del Valladolid que entró desde atrás. Lo tocó desde inicio, sabía dónde estaba, le molestó, lo intentó parar pero en el último momento, el centrocampista perdió su referencia, miró al balón y cuando quiso volver a encontrarse con su rival, ya era demasiado tarde. El balón entró dentro de su portería, el estadio explotó y el jugador del Valencia ya no podía volver 5 segundos atrás para mejorar una acción en la que debió ser más agresivo, parar la carrera al jugador del Valladolid y molestar o intentar evitar un remate, que fue demasiado plácido. 

La primera parte fue del Valencia. La segunda parte fue del Valladolid. Ambos equipos fueron actores secundarios en comparación el verdadero protagonista del partido, el centro lateral.