Adiós leyenda, hola entrenador

El Valencia necesita un discurso como el de Baraja. Pero sobre todo necesita ganar

Rubén Baraja

Rubén Baraja / FRANCISCO CALABUIG

Rafa Marín

Rafa Marín

Su condición de leyenda suma y que hable como tal lo hace todavía más. Pero a partir de ya, aunque su debut será el próximo lunes, Baraja es el entrenador del Valencia CF. De uno además en gravísimos apuros. Necesitado de un discurso como el de su presentación, que bienvenido sea. Pero sobre todo falto de resultados. El peligro del descenso está ahí y eso desmonta la teoría de que el Pipo no tenga nada que perder. Lo tiene y mucho, aunque no es la primera vez que asume riesgos a cambio de meter la cabeza. Su primera experiencia profesional fue en un Elche descendido administrativamente, a la postre su única campaña entera en un banquillo. Baraja no era la opción más adecuada, pero aun así mejora a Voro, que no quería estar. Y también a Gattuso, que no sabía donde estaba. Se merece, desde luego, todo el apoyo en las jornadas que quedan. Un favor, eso sí, que no puede ni debe servir de paraguas para un Lim que ha tirado de desidia en su nombramiento. Pase lo que pase a los mandos de una plantilla superior a lo que dice la tabla pero hecha con los pies, no precisamente los de Corona, su condición de leyenda estará a salvo si lo primero para él es defender los intereses del Valencia antes que los de Meriton. Que le siga chupando un huevo el entorno si es capaz de hacer bien su trabajo y sobre todo de ser pegamento para el equipo. Ánimo.

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