En alguna que otra ocasión lo he escrito, pero es inevitable recurrir al tópico de que crecer desde la victoria es mucho más fácil. Por eso, lo que haga Baraja en el equipo no es tan importante como ganar los tres puntos en Getafe. Sea de la forma que sea.
Porque la ansiedad y el bloqueo mental solo se superan con una alegría. La sonrisa que necesitan ahora los jugadores del Valencia no se cura con un par de buenas jugadas o con el mantra repetido tras perder contra el Athletic: «hoy hemos estado mejor».
La frase hasta me enfadó porque en estos momentos que te pinte la cara el Athletic no sirve de ninguna alegría por mucha mejoría que parezca. Y digo parezca porque en la práctica, el equipo tampoco acosó a Unai Simón más allá de un par de paradas. Una tras fallo propio del portero y otra, eso sí, un paradón a Diakhaby en el tramo final. Yo no quiero escuchar eso de «hemos mejorado» el lunes. Prefiero antes escuchar «no se ha merecido ganar, pero se ha ganado».