LaLiga se convierte en una ruleta rusa

Ni entrenadores, ni jugadores, ni mucho menos aficionados, sabemos cuándo y cómo se revisan las jugadas

Yunus Musah, viendo una tarjeta amarilla en Mestalla

Yunus Musah, viendo una tarjeta amarilla en Mestalla / JM López

Pablo Leiva

Pablo Leiva

Ni entrenadores, ni jugadores, ni mucho menos aficionados, sabemos cuándo y cómo se revisan las jugadas. La jugada de Foulquier es falta. Siendo honestos si la jugada es al revés el valencianismo habría entrado en cólera y es comprensible. Pero el problema es el de siempre. La falta de continuidad en la toma de decisiones y que en LaLiga española pase una cosa a las 14:00 y la misma a las 16:15 con una decisión final distinta por parte del árbitro de campo y también del de VAR. Es un caos que ha convertido a la competición doméstica en un auténtico chiste en muchos momentos y lo dice alguien que cuando llegó el VAR lo defendió porque hacía más justo el juego. Pero ahora hay más jugadas polémicas por partido, se para el juego 200 veces, se convierte en más aburrido y el enfado está prácticamente asegurado incluso consiguiendo la victoria. En definitiva, el fútbol tiene que darle una vuelta al arbitraje. O mejor dicho, LaLiga. En otros países no pasa esto. 

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