CONTRAVOLANTES

Domingo de confirmación

Alonso vuelve al podio con el Aston Martin

Alonso celebra su podio antes de conocer una sanción que finalmente fue revocada.

Alonso celebra su podio antes de conocer una sanción que finalmente fue revocada. / EFE

Ángel Castaños

Ángel Castaños

La segunda carrera de 2023, el Gran Premio de Arabia Saudí, nos ha dado un poco más de lo mismo: los Red Bull arrasando y el monoplaza verde de Alonso otra vez superando en la pista al resto de la parrilla. Para Fernando supone confirmar que esta temporada tiene un excelente monoplaza entre sus manos. Yeda, un trazado rápido, con medias de velocidad de más de 250 kilómetros por hora y absolutamente diferente al de Baréin, se adaptó igualmente bien al Aston. El asturiano, sabedor de que los RedBull juegan en otra liga, pudo sin embargo atacar en la salida al poleman, Checo Pérez, y liderar tres vueltas, hasta que el mexicano recuperó la primera plaza y se escapó. 

Fueron varios los retos para Alonso. El primero fue corregir su error al colocarse mal en la caja de salida, lo que le supuso cinco segundos de penalización. El segundo, mantenerse frío al perder la ventaja con sus perseguidores por la salida del coche de seguridad. El tercero, apretar en la última fase de la carrera para mantener la distancia con el Mercedes de Russell ante una eventual sanción por no cumplir de forma satisfactoria la penalización de la salida. Y el último de todos fue sortear los entresijos de la FIA que le dio, le quitó y finalmente le devolvió su podio número 100. 

El coche va y la conexión con el equipo es perfecta. Tan buena es que al Nano le faltó tiempo para ir a abrazar al mecánico que cometió el fallo en la parada por el que la organización le había levantado la tercera plaza al piloto español. 

Por el momento, los Red Bull parecen inalcanzables. Aunque también Yeda nos enseñó que los coches de Max y Checo no son irrompibles si se fuerzan. Y eso es algo que también esperamos: que el mexicano siga, sin complejos, apretando al bicampeón holandés. Será en una de esas batallas fratricidas entre los monoplazas azules cuando Alonso pueda optar a reencontrarse con la victoria. Recordemos años como 1986 o 2007 en los que Williams y McLaren respectivamente perdieron el título, incluso teniendo el mejor coche por las luchas encarnizadas dentro de sus equipos. En esos ríos revueltos Alonso podría pescar, si no un campeonato, al menos alguna victoria.