¡Y salió el conejo!

No creo que la UEFA tome medidas contra el FC Barcelona sin que existan pruebas claras

Laporta: "En breve daremos las explicaciones necesarias"

Laporta: "En breve daremos las explicaciones necesarias" / Enric Fontcuberta

Juan de Dios Crespo

Juan de Dios Crespo

Cuando un mago, al menos en mi época infantil, se dedicaba a hacer juegos malabares, en un momento u otro de su actuación, saltaba de su chistera un conejo, blanco y gordo, y nos quedábamos todos ojipláticos, preguntándonos qué más nos podía sacar ese señor, qué sorpresa nos esperaba aún. Eso es lo que deben pensar en Can Barça, porque entre los varios frentes legales a los que han de acudir (no olvidemos el caso Gavi, que se las tiene…) sale ahora otro segmento del famoso asunto Negreira, esta vez ya no en la vía nacional, sino que llega de la máxima instancia futbolística europea: la UEFA.

Sí, el primer paso que se ha querido efectuar desde Nyon ha sido el nombramiento de dos inspectores disciplinarios para que investiguen los pormenores de ese caso del vicepresidente del comité de árbitros que cobró una millonada por hacer unos informes al FC Barcelona. Los dos nombrados, una mujer y un hombre, abogados suizos ambos, el segundo con mucha experiencia (le conozco de al menos el año 2002 en esos menesteres) y la primera solo nombrada desde 2019.

Van a tener que requerir documentación a la RFEF, al FC Barcelona, a la fiscalía y se tendrá que entregar por los dos primeros (lo de la fiscalía, será ésta quien lo decida), habrá entrevistas con las partes implicadas (¿podrá Negreira con su Alzheimer?), y a los colaterales (otros miembros del Comité de árbitros…) y, por fin, deberán decidir si hay suficientes elementos como para que haya una sanción y proponerla al Comité de ética y disciplinario de la UEFA, o si lo archivan.

Este es el primer órgano legal que deberá tomar una decisión (sancionar o no) sobre los hechos y, si se toma una contra el FCB, éste podrá apelar ante el Comité de Apelación de la UEFA, que deberá volver a juzgar y, finalmente, si existe una sanción, el club tendrá la posibilidad de apelar ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), de Lausanne.

Camino largo todavía… Sin embargo, muchas voces ya dicen que «la UEFA quiere que haya una sanción ejemplar, cinco años sin participar en competiciones europeas». Esto es hacer ciencia ficción deportivo-legal y es ya saber lo que van a pensar los inspectores disciplinarios, el comité de ética y disciplina y el comité de apelación, todos ellos independientes (me consta). La prensa, a veces, está muy poco informada o la desinforman…

Además, arbolan el artículo 50.3 de los Estatutos de UEFA, que dice, más o menos, que la UEFA podrá no inscribir en sus competiciones a un club que esté envuelto, directa o indirectamente, en influir en partidos nacionales o internacionales. Esto ha pasado en algunas ocasiones, como con el Oporto, pero éste no recurrió la sentencia de su Liga, con lo que admitió su actuación ilegal; en cuanto a la Juventus, aún no ha acabado nacionalmente y la UEFA solo está atenta.

El caso más claro de todos fue el del Fenerbahçe, que fue excluido de inmediato en 2011, pero que aun así fue absuelto por la justicia ordinaria en 2015 (no quiso demandar luego a la UEFA, pero este no considero que sea el caso del Barça, que creo que sí demandaría si le juzgaran sin más).

En definitiva, no creo que la UEFA tome medidas sin pruebas claras. Y para claridad, no hay mejor que leer a Quevedo, en sus maravillosas ‘Obras jocosas’, entre las que están las estupendas ‘Gracias y desgracias del Ojo del Culo’. Ríanse y disfruten, que ya llegó la primavera.

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