Siempre emociona escuchar a David Villa hablar del Valencia CF. Pude estar a escasos metros de él en su homenaje en Mestalla y verle los ojos al escuchar al unísono a su gente cantando el «Villa maravilla». Él caló en el valencianismo y el valencianismo caló en él. Nació a cientos de kilómetros, pero su sentimiento de pertenencia es inquebrantable.
Este martes dio con la clave: «Mestalla te devuelve por diez lo que tú le das». Es lo que la gente de Meriton no ha sabido entender y aprovechar por su visión feudal de la empresa y la impermeable barrera entre señores y vasallos. De haberse querido sentir parte de algo tan bonito como es el sentimiento valencianista seguro que habrían gestionado con más dedicación y sensibilidad. Ojalá que al bueno del Guaje le vaya bien en su proyecto con el Benidorm, desde luego que si le pone todo el cariño y la voluntad que le puso a defender el escudo del murciélago le irá muy bien.