Las apariencias no siempre engañan

Las apariencias no siempre engañan. Alguno de ellos a mí no me la pega

Amadeo Salvo, en Can Misses

Amadeo Salvo, en Can Misses / SD

Pablo Leiva

Pablo Leiva

«Está firmado por contrato que antes del centenario vamos a jugar en el Nuevo Mestalla. La 18/19. Si el 1 de enero de 2019 estamos allí es que ha cumplido con el contrato y su palabra». Eso fueron palabras de Amadeo Salvo a José Ramón de la Morena tras culminarse la venta a Meriton. De esas frases con éxtasis al silencio de este miércoles hay muchas preguntas y pocas respuestas.

¿Por qué no se ha pedido perdón sin más y ya está? ¿Si es verdad que fueron engañados por qué no salen y lo dicen? ¿Por qué en su momento no dejaron todo por escrito? ¿Por qué había tanto interés en que el comprador fuera Meriton y qué beneficios se cobraron por el camino? Siempre he escuchado eso de ‘quien calla otorga’. Intuyo que Amadeo y Aurelio también lo piensan. Igual de sorprendente me parece ver que hay gente que hoy, todavía en 2023, piensa que alguno de ellos fue engañado. Las apariencias no siempre engañan. Alguno de ellos a mí no me la pega.

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