Duele, pero no sorprende

El equipo está dónde la peor gestión de la historia del fútbol español lo ha llevado. Peter Lim y su gente son el summum de la incapacidad y la torpeza

Lim y Salvo, en el palco de Mestalla

Lim y Salvo, en el palco de Mestalla / SD

Pau Pardo

Pau Pardo

La situación del Valencia genera un dolor terrible para su gente, pero si a alguien le sorprende no sé en qué planeta vive. El equipo está dónde la peor gestión de la historia del fútbol español lo ha llevado. Peter Lim y su gente son el summum de la incapacidad y la torpeza. Que el equipo viviese una situación límite como esta era solamente cuestión de tiempo cuando lleva años vendiendo a los mejores jugadores del equipo y manteniendo un modelo feudal en el que Miguel Ángel Corona -sin ninguna credencial para el cargo que ostenta- trabaja de la mano del propio Lim -con nulos conocimientos de la industria del fútbol- para encontrar sustitutos de calidad en el mercado. La plantilla lleva varias temporadas con carencias estructurales graves y en el club no solamente no tienen la capacidad de gestión necesaria para ponerle remedio, sino que además incluso se atrevieron a decir que no había ninguna posición coja. Y es que si a su ineptitud le sumas esa prepotencia, arrogancia y falta de autocrítica no hay otro camino que el de luchar cada temporada por evitar la tragedia mayor: bajar a Segunda División.

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