Creer es más cuestión de fe que otra cosa

Sé que la mayoría está remando, pero toca obligar a que no solo sea cuestión de actitud, sino de aptitud

Rubén Baraja, dando instrucciones a gritos

Rubén Baraja, dando instrucciones a gritos / SD

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El fin de semana el Valencia aterriza en Mestalla y la sensación es que no vale de nada soltar el topicazo de ‘es una final’, ‘toca ganar para seguir con vida’ o ‘el Valencia se juega mucho’. Son cosas que la afición ya sabe y que, en ocasiones, dudo que algunos futbolistas entiendan. No pretendo hacer de menos a una plantilla lastrada y maltratada por Peter Lim, pero sí les obligo, ante la ausencia de soluciones por parte del propietario y Miguel Ángel Corona, a dar un poco más en el tema concentración. Sé que la mayoría está remando, pero toca obligar a que no solo sea cuestión de actitud, sino de aptitud. No puede suceder lo que pasó en el Power Horse Stadium cuando el equipo esperaba a Nico, fuera por lesión. El pasillo interior fue una invitación en toda regla para que Melero hiciera el primer tanto de la jornada. Y eso es lo que me preocupa, que el equipo no esté capacitado para mantener la concentración. Ojalá nos den motivos para creer.

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