El capitán se merece una alegría este año
No es su mejor año, pero es Gayà. Leyenda viva del club
Primero fue la sanción, luego el Mundial, ahora el descenso. Gayà se merece una alegría. Se ha ganado la Final Four de la Nations League. Fijo para Baraja, siempre ha sumado convertido demasiadas veces en la mejor arma de defensa y de ataque.
Llega a la última jornada de la Liga con un gol y cuatro asistencias (la última a Lino contra el Espanyol es media salvación) siendo solución a la salida de balón y principal referencia en los centros laterales.
Más allá del verde, Gayà ha tirado del carro en el vestuario de la mano de Baraja y Marchena haciendo autocrítica y piña en los momentos difíciles, dando la cara públicamente en zona mixta (el jugador que más ha salido a hablar), poniendo el equipo por encima de todos los jugadores (el Pipo sentó futbolistas importando), reforzando el ánimo de la plantilla, poniendo su grano de arena desde su experiencia y, algo que a la postre ha sido decisivo, ayudando a la integración de los canteranos desde el primer día. No es su mejor año, pero es Gayà. Leyenda viva del club.
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