Pagar cinco millones de euros por Cenk Özkacar en otro contexto económico sería un buen movimiento. No es titular para el Pipo, pero cumple, es joven y cero tóxico. Ayuda en el campo y fuera. El problema es que en este Valencia de mínimos sin recursos ni inversión de la propiedad pagar cinco kilos por un central suplente es una irresponsabilidad. Y más cuando su valor de mercado es inferior. Y más cuando tienes toda una plantilla por hacer este verano. Y más cuando estás obligado a rascarte el bolsillo en busca de un delantero que te asegure goles. Y más cuando tienes una camada de jóvenes centrales de la casa y de mucho nivel pidiendo paso desde abajo como Yarek, Mosquera, Rubo Iranzo, César Tárrega y el reciente internacional absoluto por Uruguay Facu González. ¿Por qué han renovado a los cuatro primeros? ¿Por qué han rechazado 5 millones del Red Bull por Yarek? ¿Por qué? No hay nadie al volante. Hace bien Rubén Baraja pidiendo un «plan».
