Cada parón de selecciones trae a colación el mismo debate. Que si lo perjudicial que es para los clubes, que si el desgaste, el riesgo de lesiones... Y la verdad es que estoy de acuerdo en todo eso. Toco madera para que nunca tengamos que lamentar con ningún valencianista lo que el Barça y el propio Gavi (también la Selección) tiene que lamentar por la horrenda lesión del chaval. ¿Que fue mala suerte? Sí, en cierta medida sí. Pero que tampoco traten de engañar a nadie. Lo sucedido el domingo en Valladolid es una irresponsabilidad y una mala praxis de muchos. Especialmente del cuerpo médico de la Selección, que pudo examinar a Gavi tras el primer susto y decidió que solo requería de ‘reflex’, que deben considerarlo poco menos que agua milagrosa.
Tampoco fue el mejor día de De la Fuente. El seleccionador debió pensar muchas cosas en ese momento, pero ninguna de ellas fue la cantidad de minutos que llevaba Gavi entre el Barça y La Roja, o que ya con el billete en la Eurocopa en el bolsillo, no había necesidad de correr riesgos. A toro pasado es mucho más fácil opinar, eso está claro. En cualquier caso, esto es lo típico a lo que no le das tanta importancia hasta que no te pasa a ti. Por eso, aunque celebro y celebraré siempre los logros individuales de Gayà, Javi Guerra, Diego López, Fran Pérez y todo los internacionales, no seré yo quien levante la voz si alguno no entra en una convocatoria más intrascendente que otra cosa.
