Opinión | La Contra
Juego (muy) sucio
La FIFA, que monitoriza (casi) todos los partidos en el mundo, ha sancionado a dos clubes por «manipular partidos»

FIFA / EFE
La lacra de los partidos amañados, las apuestas ilegales, las compras de jugadores o árbitros no es algo nuevo, pero últimamente se estaba viendo un mayor control, sobre todo en las categorías de mayor relieve. Sin embargo, no es en los campeonatos más relevantes ni con los clubes de mayor rango donde se encuentran los problemas, sino donde uno menos se lo espera. Así, la FIFA ha sancionado esta semana a dos clubes, uno vietnamita, el Phu Tho (sin guasa por favor) y el Muhoroni Youth, este de Kenia. Ambos estaban jugando en la segunda división de sus respectivas federaciones nacionales.
La FIFA, que monitoriza (casi) todos los partidos que se juegan en el mundo, empezó una investigación que ha llevado a que se sancione a ambos equipos con la bajada a la división inferior, la tercera. No sé si la sanción es demasiado benévola, porque el que «manipularan partidos y competiciones», tal y como lo menciona la propia FIFA, no es algo baladí y, a mi entender, debería tener mayor carga punitiva.
Y es que, por otros asuntos menos graves, aunque entiendo que ha de protegerse al fútbol, se hace lo mismo (deudas reiteradas, por ejemplo, que pueden valer penas de no poder fichar, quitar puntos o bajar del escalafón deportivo) y, creo que las trampas por amañar encuentros o campeonatos debería tener una consecuencia mucho más elevada disciplinariamente.
Quizá el que estén en dos lugares donde el fútbol no es un deporte de altos vuelos, ha llevado al máximo organismo mundial a ser más benevolente de lo que uno esperaría. Y es que, como todos sabemos, cuando el delincuente sabe que sus actos no tienen después un final tan trágico, y, además, si se cree que no podrá ser atrapado, pues tenderá a ser reincidente.
Recuerdo mis años de abogado de turno de oficio, allá por la mitad de los años 1980, cuando tuvo que asistir a un italiano de la zona eslovena, fruto de las múltiples particiones del imperio austrohúngaro, que fue atrapado por la policía intentando pasar unos ‘traveller-checks’. Lo jóvenes no conocerán ese método de pago, ya que las tarjetas de crédito los han reemplazo casi del todo.
Siguen existiendo, pero en forma muy residual. Pues bien, ese señor que tenía esos instrumentos de pago falsificados fue atendido por un servidor y le pregunté, joven e indocumentado que era uno, por qué hacía eso. Me dijo que era su trabajo y que por una vez que le pillaban y, no siempre, hacía algo de cárcel, la mayoría de las veces funcionaba el truco.
Y que, jugaba con esas probabilidades de que no le pillaran o que en el país en que lo hacían, no hubiera una pena muy alta. Me contó que tenía dos hijas en la universidad (podría tener bien pasados los cincuenta) y que era su sustento. Pues bien, como el balance de posibilidades era con el que jugaba y las consecuencias no eran del todo negativas, seguía su juego.
Aquí igual, con una pena de bajada de categoría, con la posibilidad de subir enseguida, como si hubiera sido un puro tema deportivo, lo ganado (que no sabemos cuánto…) y el que pudiera volver a hacerse, me dan que pensar que la sanción debiera ser mayor. Creo que el bajar, pero impedir que suba en dos años, por ejemplo, sería una penalidad más acorde con la importancia de la manipulación deportiva y el intento de erradicarlo.
Ahora, de todas formas, los dos clubes tienen el derecho a acudir, en apelación, ante el Tribunal Arbitral del Deporte, el famoso TAS, a ver si les reducen la pena o se la transforman en algo provisional. Veremos qué camino toman sus directivos que, por cierto, la información de la FIFA no menciona.
Pero, claro está, un club por sí mismo no tiene capacidad de hacer nada, sino que el ser humano, los directivos, jugadores y otros miembros de este son los que pudieron llevar a manipular y cambiar resultados. No sé si se les ha tirado de las orejas, pero además del equipo, y sobre todo por la directa implicación, deberían ser radiados del fútbol por un tiempo ilimitado…
Sé que puede parecer duro, pero lo que ocurre con estos chanchullos es lo que deshonra al deporte y debe ser objeto de una punición ejemplar. En otro orden de cosas, la primavera viene con jersey, lluvias y cambios de temperatura constantes, como debe ser esa estación, así que estén atentos cada día a lo que anuncia el tiempo. Mientras, en caso o en una terraza, recomiendo una obra del genial H. G. Wells, demasiado olvidado o circunscrito a la ‘Guerra de los Mundos’, y es ‘El jugador de croquet’, que nos adentra en la naturaleza malévola del ser humano. Disfruten y cuídense.
Suscríbete para seguir leyendo
- El sencillo truco para saber si una llamada es SPAM sin contestar
- El único camino del Valencia para llegar a Umar Sadiq
- ¿Por qué no se anuncia el fichaje de Mosquera al Arsenal?
- César Tárrega, en la lista de centrales del Newcastle
- Dónde ver gratis los partidos de pretemporada del Valencia
- Mercado 'extremo' en Mestalla
- Los nombres que baraja el Real Madrid para el centro del campo
- ¿Quién es Noa Rouco, la espectacular concejala viral de Ourense?