Véndeme este boli

Posiblemente, el “Lobo de Wall Street” sea una de las películas que más me ha impactado en los últimos 15 años. Actuaciones de máximo nivel, ritmo, aparición de escenas inesperadas y cierta locura en la trama, han hecho, en varias ocasiones, haber vuelto a degustar este film denominado como una “comedia negra criminal”.

Una obra maestra, con Martin Scorsese a los mandos, que ha dejado escenas para la historia del cine. Entre todas ellas destaca, entre los seguidores de este arte, la célebre “véndeme este boli”.

Un portentoso Leonardo DiCaprio, interpretando al bróker Jordan Belfort, sentado junto a sus secuaces, sacaba un bolígrafo de su chaqueta y les explicaba como sacar rendimiento económico y conseguir resultados de un simple utensilio para escribir.

Secuencia de una historia real, que perfectamente puede trasladarse al mundo deportivo, donde a veces, la importancia de la “venta” del producto se convierte en fundamental para el crecimiento y desarrollo del mismo.

Si pensamos en fútbol, baloncesto o tenis, ya de por sí, aglutinan la exposición mediática necesaria para tener un número alto de seguidores, practicantes y empresas que apoyan económicamente a los mismos para continuar manteniendo su lugar o incluso seguir creciendo.

Sin embargo, para el resto y auque en algunas ocasiones el número de practicantes sea alto, la exposición mediática es menor. Pese a que nuestra casa, la de Superdeporte, siempre tenga su espacio para todos ellos, en general no es sencillo conjugar lo necesario para hacerlo atractivo a nuestros lectores. Pero dentro de estas situaciones, el atletismo puede ser un claro ejemplo del camino a seguir por otros.

Uno de los aspectos fundamentales para lograrlo es el de general ilusión. Algo que , con la llegada a finales de 2016 de Raúl Chapado a la presidencia de la Real Federación Española de Atletismo, obtuvo, en primera instancia, creando un sencillo lema como fue el de “Pasión por competir”. Una línea de actuación, que después de unos tiempos anteriores donde se había estancado, pareció calar rápido entre los jóvenes valores que emergían paulatinamente en todos los lugares del territorio nacional.

Un mensaje que debía difundirse, desde la propia institución, también fuera del ámbito atlético. Fue, en primer lugar, un valenciano como Carlos Domingo quien tomó las riendas de transmitirlo y comenzar a atraer a aficionados en general y a nosotros también, los medios de comunicación. Un testigo que recogería Paloma Monreal, ahora ya directora de comunicación, quien ha seguido acercando el deporte que representa a todos los segmentos que forman la sociedad. Su carisma, empatía, profesionalidad y cercanía, han ayudado a poner al atletismo, de nuevo, en el lugar que bien merece por su importancia.

Un aire fresco, renovado, que ha sido otro empujón para unos competidores que están corroborando estos nuevos tiempos con resultados. Televisiones, radios y medios escritos, acuden ahora en masa a recibir a los atletas a aeropuertos o estaciones de tren a tomar declaraciones de los nuevos héroes y heroínas, que de igual manera, ocupan minutos de prime time en la pequeña pantalla.

Un privilegiado lugar que Valencia podrá disfrutar a principios de 2027, cuando sea la sede de un ilusionante Campeonato de Europeo en pista cubierta.