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Opinión | L.A. Confidencial

El incombustible

Néstor Abad en el Campeonato de Europa 2025

Néstor Abad en el Campeonato de Europa 2025 / Federación de Gimnasia

Cuando uno entra en mi despacho se encuentra numerosos recuerdos de la una ya extensa trayectoria profesional. Como uno ya peina canas (no me quejaré por quienes no pueden decir lo mismo), son muchos los que adornan sus paredes y estanterías. De los mismos, uno de los más destacados y que más me motiva visualizar, es una foto ampliada, sacada de la original, retocada gracias a las nuevas tecnologías. La misma enseña la entrada de la delegación española en el estadio olímpico de Roma, justo el día de la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1960. Allí, portando la bandera de España como abanderado, resalta la figura de Jaime Belenguer, único valenciano que lo ha podido hacer hasta la fecha.

Belenguer fue un histórico de un deporte como es la gimnasia. Una longeva trayectoria que lo hizo dominador de esta disciplina, a nivel nacional, durante mucho tiempo.

Años y años en el escalafón más alto de uno de los deportes más duros, exigentes y sacrificados que existe. Algo que bien podía extrapolarse a otro competidor nacido en la Comunidad Valenciana.

Néstor Abad en Leipzig

Néstor Abad en Leipzig / Federación de Gimnasia

Y es que Néstor Abad bien se ha convertido ya, por méritos propios, en otra leyenda de la gimnasia deportiva. No sólo por haber llegado a disputar tres citas olímpicas, ser finalista en Campeonatos del Mundo o de Europa, incluso por llegar a colgarse medallas en grandes citas como unos Juegos del Mediterráneo, sino por la superación y resiliencia constante, posiblemente sin la cual, no hubiera llegado a dar las prestaciones deportivas, que también, le han hecho coronarse como campeón de España en varias ocasiones.

Dicen que salir joven de casa te hace madurar rápido, algo que le sucedería a este alcoyano, que antes de la adolescencia, ya residía en el Centro de Alto de Rendimiento en Madrid. Dicen también, de lo que puedo dar fe, que la paternidad te cambia la vida y que te hace verla con otros ojos, con otra perspectiva. Algo que Néstor sabe lo que es desde hace mucho, compartiéndolo con una disciplina que exige tanto entrenamiento y donde estar en la élite lleva acompañado numerosos desplazamientos a lo largo del año. Y dicen, que las adversidades te hacen más fuerte y por desgracia, este alicantino, ya superada la treintena, puede hablar de sobra de esto. Varias roturas de rodilla, un accidente de tráfico, acompañado de varios de sus compañeros del equipo nacional e incluso un corazón que necesitó un paso por chapa y pintura, lo han hecho una persona y competidor de acero.

En una época actual, donde la salud mental ha tomado la importancia que debía haber tenido hace años, la de Abad es digna de clonar. La misma que posiblemente le ayudó, pese a tantas piedras en el camino puestas para impedirlo, a cumplir tres veces su sueño olímpico. Un sueño que no se acaba, que persiste, que sigue ahí y que le hará luchar por repetir entre los elegidos en Los Ángeles 2028.

Y como era de esperar en alguien hecho de una pasta especial, lo ha realizado demostrando y demostrándose que no hay nada imposible. Que no importan las cicatrices que te da el camino, que importa el hoy y no el ayer. Así, en este 2025, una medalla en Copa del Mundo ya cuelga de su cuello al igual que, ampliando su extensa hoja de servicios, una brillante participación en el europeo, lo que reafirma la condición de incombustible, en la que su figura debería ser espejo para muchos de aquellos, como aquel niño en Alcoy, que sueñan con ser grandes en el deporte.

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