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Opinión

El Valencia se apaga ante un Villarreal a años luz

Juan Foyth of Villarreal CF in action during the Spanish league, La Liga EA Sports, football match played between Valencia CF and Villarreal at Mestalla stadium on October 25, 2025, in Valencia, Spain. AFP7 25/10/2025 ONLY FOR USE IN SPAIN. Ivan Terron / AFP7 / Europa Press;2025;Soccer;Sport;ZSOCCER;ZSPORT;Valencia CF V Villarreal - La Liga EA Sport;

Juan Foyth of Villarreal CF in action during the Spanish league, La Liga EA Sports, football match played between Valencia CF and Villarreal at Mestalla stadium on October 25, 2025, in Valencia, Spain. AFP7 25/10/2025 ONLY FOR USE IN SPAIN. Ivan Terron / AFP7 / Europa Press;2025;Soccer;Sport;ZSOCCER;ZSPORT;Valencia CF V Villarreal - La Liga EA Sport; / AFP7 vía Europa Press / AFP7 vía Europa Press

A años luz. Esa es la distancia entre estos dos equipos a día de hoy sobre el verde. Y, lo más destacable, el Valencia CF empieza a tener un tufo preocupante. No solo por el marcador —ese 0-2 en Mestalla ante un Villarreal que apenas tuvo que despeinarse atrás— sino por la sensación de que el equipo ha perdido el alma, la idea y, lo que es peor, el orgullo. El Villarreal, ese vecino incómodo al que hace no tanto se miraba por encima del hombro, hoy está a años luz del club de Mestalla. Y no por casualidad.

La diferencia no está en el color de la camiseta, sino en la gestión. Mientras en Vila-real llevan años trabajando con un proyecto sólido, una dirección deportiva coherente y una propiedad implicada en lo deportivo, el Valencia vive instalado en el cortoplacismo, el desánimo y el “ya veremos”. El resultado: un equipo plano, sin chispa, incapaz de reaccionar ni cuando el rival levanta el pie. Podemos hablar de fútbol, de acciones polémicas, de jugadas o jugadores…pero todo se resumen en una palabra: gestión y planificación deportiva.

Corberán, que llegó como una apuesta de futuro, parece ahora más un entrenador condenado a gestionar un grupo que no cree. No tiene fe en su idea de fútbol. El técnico intenta sostener el discurso del esfuerzo, del orden, de la intensidad… pero cada vez que el balón rueda, el equipo transmite justo lo contrario: apatía, falta de compromiso y un vacío competitivo alarmante. La grada lo percibe, lo sufre, y Mestalla empieza a impacientarse. El sábado, no aguantó más y clamó contra todo y contra todos…bueno los que quedaron porque la desidia es tal que mucha gente se marchó a casa antes de tiempo.

Porque aquí ya no se trata de perder un partido, sino de perder el pulso. El Valencia no compite, no emociona, no engancha. Y cuando eso ocurre, el reloj del entrenador empieza a sonar más fuerte. No sé si Corberán puede tener los días contados, pero el verdadero problema no está solo en el banquillo. Está en un vestuario que parece haber desconectado y en un club sin liderazgo, sin dirección y sin ilusión. Nada funciona, nada emociona.

Mientras tanto, el Villarreal sigue creciendo, fichando con sentido, apostando por jóvenes que rinden y manteniendo un modelo reconocible. Con sus virtudes y sus defectos, con sus polémicas y sus problemas, pero todo en una misma dirección a nivel deportivo. El contraste duele en Valencia cuando ven que su entrenador era el tuyo, pero es tan cruel como real: donde unos planifican, otros improvisan; donde unos avanzan, otros sobreviven. Es el nuevo estatus de dos equipos que ahora mismo están a mucha diferencia deportivamente hablando.

El Valencia CF que nos deslumbró en la segunda vuelta de la temporada pasada se diluye lentamente, y cada derrota en Mestalla no es solo un golpe deportivo: es un recordatorio de todo lo que este club fue… y de lo poco que queda de aquello. Una distancia que, a día de hoy, está a años luz.

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