Como ayer, hoy vamos a seguir diciendo las cosas claras y sin esconderme —ya se me pasará—. El Valencia juvenil juega las semifinales de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao y hoy sale en este periódico una información que dice que la temporada pasada el Athletic también jugó las semifinales de Copa del Rey juvenil —contra el Barcelona— y que en el partido de vuelta, que se jugó en San Mamés, había 15.000 aficionados viendo el partido. Sí, sí, han leído bien, 15.000 aficionados del Athletic viendo un partido de juveniles. No soy idiota y sé perfectamente que para la gente del Athletic la cantera es otra cosa. Sé que para los aficionados del Athletic los jugadores de la cantera representan la esencia misma de ser del Athletic y sé también que probablemente no hay ningún equipo de fútbol en el mundo en el que la idenficación entre jugadores, club y afición sea tan cercana. El Athletic es esencialmente cantera y datos como este lo demuestran. Por ello no voy a pedir a los aficionados del Valencia que acudan en masa al partido —probablemente porque no cabrían en Paterna...— pero sí voy a decir que no nos llenemos la boca hablando de la cantera y de la necesidad de que salgan jugadores de abajo si después no vamos a estar con ellos en los momentos malos. No nos llenemos la boca hablando de Paco Alcácer si después le silbamos porque falla cinco goles seguidos. No nos llenemos la boca hablando de Isco si después da tres pases seguidos a la grada. No nos llenemos la boca hablando de Carles Gil si después le silbamos porque ha intentado tres veces desbordar por la banda izquierda y las tres veces le han robado el balón. (Por cierto, lo de que el partido de semifinales de Copa de Rey de juveniles ante el Athletic se juegue en Mestalla no lo pido, es una idea, pero vamos, que con que se llene el estadio de la Ciudad Deportiva me doy por satisfecho...)