Todos teníamos curiosidad por comprobar cómo iba a ser el arranque del Valencia en la liga. Nada de lo visto en verano servía como referencia fiable. Casi nunca suele serlo y menos si las sensaciones no son demasiado alentadoras, como sucedía en este caso. La prueba de Málaga se pasó con nota alta, se tranquilizó el patio, Llorente aguantó el tipo junto a la comitiva de jeques y transmitió la orden al cuartel general para que se pusieran a promocionar los abonos de la temporada y de la Champions. Nadie lamentó las ausencias de los David, y hasta los medios nacionales hablaron y bien del Valencia, lo cual es casi un acontecimiento en estos tiempos. La Rosaleda abrió las puertas del optimismo y de la esperanza para un amplio sector del valencianismo que estaba con la mosca detrás de la oreja. No diré que su escepticismo careciera de fundamento, pero no queda otra que asumir la realidad y arrimar el hombro. Esta victoria no garantiza nada, pero, al menos, enseña el camino a seguir y aumenta la autoestima.

Juego aéreo

Los corners vuelven a ser sinónimo de peligro. Ya era hora. Aduriz inauguró el ejercicio goleador del Valencia con un espléndido cabezazo que evocó al legendario Ansola, cuyo dominio del juego aéreo sentó cátedra en Mestalla. Otro consumado especialista en el remate con la testa fue el ´Lobo´ Diarte. El ex –delantero paraguayo trabaja en la actualidad con la federación de Guinea Ecuatorial mientras se somete a un tratamiento intensivo para recuperarse de un tumor. «¡Qué viene el ´Lobo!´», gritaban orgullosos los seguidores valencianistas para intimidar a los rivales cuando junto a Rep y Kempes, goleaba sin freno. Desde aquí nuestros mejores deseos de recuperación. No hay dos sin tres, Morientes se va del fútbol profesional. Puede que fuera el último gran especialista del área, un ariete clásico que también se prodigaba con la cabeza. El ´Moro´ se va y nunca olvidaremos aquel gol en la final al Getafe.

No me rindo

Sigo esperando al Milán. No me rindo. Me espero a octavos o a cuartos de final. El Valencia debe llegar hasta la antesala de las semifinales. Se debe recuperar aquel espíritu de jugar sin complejos en la ´Champions´ que le permitió convertirse en una de las grandes atracciones. El grupo no es sencillo, lo que siempre estimula el amor propio del plantel, pero tampoco es para echarse a temblar. El United y el Rangers forman ya parte de la historia valencianista en Europa. Llega una nueva entrega.