El motociclismo es un deporte de riesgo y por más medidas de seguridad que se introduzcan, los accidentes son inevitables. Por tanto, en el fallecimiento de Tomizawa no hay que buscar culpables. Fue algo fortuito, con muy mala suerte y parecido a algunos otros accidentes que hemos visto en los últimos años. Eso sí, aunque la tragedia sucedió ayer en Misano, bien podría haber ocurrido también en cualquiera de la anteriores carreras de Moto2 , una categoría en la que, con 40 pilotos en pista, es prácticamente imposible evitar percances en la salida, en una curva o en los adelantamientos de las primeras vueltas. ¿Y si el fatal accidente hubiera llegado en alguna de esas múltiples caídas que hemos visto en las salidas de Moto2? La tragedia habría sido la misma, pero alguno tendría que esconderse debajo de las piedras. Lástima que el aviso de ayer haya llegado con la muerte de un joven piloto.