Los argentinos siempre han triunfado en Mestalla, en líneas generales, por eso la intermitencia de Banega y la falta de continuidad del Chori despistaban. Del otro, Tino Costa, todavía es pronto para juzgarlo. Quizás por eso tuvo que llegar el día del fracaso mundial de la Roja en Buenos Aires para que Éver adquiera los galones de la albiceleste —lo más grande para un argentino— y que Domínguez completara un buen partido en el Valencia, que sólo tuvieron ocasión de ver las mil personas que se dieron cita en El Collao de Alcoi. Afortunadamente, el recital de Banega lo vio medio mundo, que supongo se preguntaba cómo Maradona pudo dejar al valencianista fuera de Sudáfrica. La explosión de mediocentro, con esa tranquilidad que exhibe con el balón pegado a los pies, es una gran noticia, por supuesto esperada, pero para los intereses del Valencia lo es más la recuperación definitiva del nuevo ´8´ blanquinegro.

Ganas

El Chori llegó en enero con un buen cartel de una liga menor, pero traía una experiencia importante para el tramo final del campeonato. Entre unas cosas y otras, el gran fichaje invernal pasó inadvertido. La lesión de la pretemporada parecía empañar un buen inicio, pero se ha recuperado con la ayuda de un fisioterapeuta personal traído de Rusia. La mejoría física ha comportado la fortaleza moral y la motivación. La compañía de Banega y Costa también ha contribuido a sentirse mejor en el grupo. Ahora dice que lleva en la cabeza ser campeón y, por lo visto en estos meses, cuando a este chico se le pone algo entre ceja y ceja…

Error

Cada vez que veo a Guaita jugar con el Valencia me entra un mal humor increíble. Que el mejor portero de Segunda la temporada pasada sea el tercer portero del equipo me disgusta, cuando debería ser titular en un equipo de Primera. Posibilidades para irse cedido había tenido, pero ahí está, para amistosos. Igual que Alcácer, que tras ser la revelación de la pretemporada juega cada semana en Tercera. Alguna cosa hace mal el Valencia cuando a Guaita y a Alcácer les impide progresar.