Aunque la mayoría de ustedes se quedó sin ver el partido por la tele —sólo los más pudientes y ´paganos´ tuvieron la suerte de ver en directo el festival taronja en el campo del Burjasport— no duden, aunque no sirva de precedente, que todo lo que les contamos los periodistas sobre ese duelo memorable es la verdad y solamente la verdad. Fíjense si el Valencia jugó bien y nos dejó a todos con la boca abierta que hasta Julio Insa y Pedro Morata coincidieron a la hora de cantar las alabanzas del equipo de Unai Emery. Y si esos dos coinciden, den por seguro que algo bueno y radiante sucedió el pasado martes en el duelo inaugural de la Champions ante los turcos.

Buenas rotaciones

Emery —al que durante toda la temporada pasada le ´azoté´ un día sí y al otro también por no estar en absoluto de acuerdo con las rotaciones que hizo en la fase previa de la Uefita— acertó de pleno con los cambios introducidos ante los turcos y ese acierto ha corrido como la pólvora entre la afición valencianista, que ya se muestra súper ilusionada con los suyos y lo que durante el pasado verano todo eran dudas y malos rollos por tanto traspaso, a fecha de hoy ya nadie se acuerda de Villa o de Silva y en su lugar todo el mundo habla de Topal —¡jugadorazo y encima joven y con una tremenda fuerza!—, Tino Costa —¡vaya pepino su primer gol en Turquía!—, el otro Costa y los dos goleadores Aduriz y Soldado —o Soldado y Aduriz, pónganlos en el orden que más les guste, que tanto monta—, sin olvidarnos de tipos como Cesar, Pablo, Joaquín… y no sigo escribiendo por si me dejo alguno y se mosquea con razón: hoy todos los jugadores merecen ser destacados más allá de su trayectoria individual.

Tino Costa y Topal

Miren, el pasado martes por la noche, una vez acabado el partido y paseando sosegadamente por debajo de casa a mi perro Kempes —que ya no aguantaba más el pobre— me encontré con un grupo de jóvenes botellón en mano que nada más reconocerme —esto de salir en la tele tiene un efecto ´Karmele´ alucinante— me espetaron a quemarropa: «Yeehh, Bau, tú que eres amigo de Emery (?) dile que el centro del campo que ha jugado hoy es el mejor de largo que tiene en la plantilla. Dile que Tino Costa es un fichaje acongojante —ellos dijeron otra expresión muy parecida pero no igual a ´acongojante´— y que Topal está en estos momentos a años luz de David Albelda».

Tranquis troncos

Ayer, ya por la mañana y aún saboreando el festival taronja en Burjasport, me quedé pensando en lo que me dijo la cuadrilla del botellón y hoy voy a contestarles lo que no fui capaz —por cansancio— de responderles mientras paseaba al bueno de Kempes por el barrio. Digo así: «Mirar tíos, a mí también me han encantado Tino Costa y la araña Topal… pero tener en cuenta que la temporada es muy larga y que eso de dividir al grupo —GRUPO con mayúsculas en este caso, que eso es lo que debe ofrecer el VCF esta temporada, GRUPO… piña… unión… todos a una— en buenos y menos buenos o en titulares y suplentes es un error que estáis cometiendo por culpa del subidón de adrenalina que os han provocado los cuatro golazos que ha hecho el VCF en la inaugural de la Champions. Topal y Tino tienen muy buena pinta, es cierto, pero tampoco Albelda y Banega se quedan rezagados. Pensar, amantes del botellón, que un solo partido no crea jurisprudencia… pero sí es cierto que te deja un sabor en la boca a plato de cinco tenedores o incluso más».

Alto riesgo

Desconozco cuando escribo estas líneas si el partido Hércules-Valencia ha sido declarado de alto riesgo… que yo sí que lo declararía. No les voy a hablar de buenos o malos ni de vencedores ni vencidos. Les hablo de un duelo valenciano en el que siempre saltan chispas y en el que está en juego algo más que los tres puntos en litigio que se disputan en cada partido. Yo a unos y a otros, y lo digo hoy jueves con intención de anticiparme, les diría que el próximo domingo —más allá de los puntos en disputa— lo que está por encima de todo es el ´fair-play´ o juego limpio que debe imperar tanto en el terreno de juego como en los aledaños del Rico Pérez. Vale que alicantinos y valencianos no nos llevamos nada bien… pero dejémoslo en eso, pasar esa raya diría muy poco a favor de la educación que ambas provincias deben tener a gala. Ya saben… aquí paz y después gloria… para el que se la merezca deportivamente hablando.