Celebro las declaraciones del presidente del Valencia. Me alegra que Llorente haya dado un paso al frente y haya denunciado el insultante tratamiento informativo que desde algunos medios de comunicación y desde casi todas las cadenas de televisión nacionales se le presta al club de Mestalla. No ha dicho nada del otro mundo, se trata de una dolorosa obviedad, pero su queja, exquisita en las formas y cargada de razón en el fondo, no puede agradar a quienes hace un año rozaron la ofensa permanente cuando emprendieron una campaña de acoso y derribo contra el Valencia, con el objetivo de forzar el traspaso de Villa al Madrid.

En lo más alto

Con este Valencia en lo más alto de la tabla, les ha salido un grano en el culo a quienes pretenden establecer las normas de quien cuenta y quien sobra en una competición calculada para el protagonismo de determinadas entidades. El Valencia les trae sin cuidado y sólo reaccionan cuando les llega el ruido de la protesta. Así de triste. Como aquel Valencia-Chelsea de 2007 y tantos otros ejemplos de tratamiento parcial y de ignorancia supina. Mientras los de Unai Emery continúen arriba y se mantengan por encima de los de siempre, se tragarán el sapo y disimularán de mala gana, pero al más mínimo síntoma de flaqueza valencianista se cobrarán la afrenta con intereses. Al tiempo.

No es tarea sencilla

Una gran oportunidad. Con estas coordenadas mediáticas, un partido como el de esta noche en Mestalla ante el Manchester United, es de los que te sitúa en el mapa y te hace acreedor a un reconocimiento general, aunque para algunos sea a regañadientes. El Valencia precisa de un triunfo ante los ´diablos rojos´ para recuperar aquella imagen gloriosa de hace una década, cuando iba por Europa y recogía testimonios de admiración. Vencer al equipo de Alex Ferguson no es tarea sencilla, pero si el equipo se entrega como en el segundo tiempo ante el Atlético de Madrid, será difícil no conseguirlo. Esta clase de partidos se viven en la grada con pasión desmedida y la complicidad de la afición se convierte en un comodín añadido.

´Tiembla, United´

Cuando el domingo vi la portada de SUPER, no pude evitar retroceder en el tiempo hacia otra primera página publicada con el mismo titular: el Valencia líder en vísperas de viajar a Alemania para resolver una eliminatoria europea. Sí, todos tenemos nuestras manías y supersticiones. Aquel viaje a una ciudad de cuyo nombre es mejor no acordarse acabó con una humillante goleada que aceleró una crisis galopante en la entidad. Ahora son otros tiempos y si Mestalla canta victoria ante los ingleses, daré por terminada esa maldición. Acepto el desafío y me sumo a la consigna: ´Tiembla, United´.