Esta historia se acabó, pero la vida sigue y el Valencia ha de sentarse tranquilamente y analizar por qué no está entre los 16 mejores equipos de Europa. Quizá se minusvaloró al Bayer Leverkusen, pero jugársela en el último partido en el feudo del Chelsea tenía sus riesgos. No podemos pasar por alto una circunstancia: competías contra un equipo que fichó a tu estrella. Da rabia, pero la realidad es que el Chelsea de Villas-Boas acertó con su planteamiento —conservador cuando estiró su renta a los dos goles— y disfruta de un delantero con mayúsculas como Didier Drogba.

El sueño de Drogba

¿Cómo puede ser que Drogba no quiera seguir en el Chelsea? No se le vio hace unos años, en la final de la Copa de la UEFA bien atado por el ´Ratón´ Ayala, pero ha crecido muchísimo y de no haber sido por él la historia seguramente habría tenido un final bien diferente. Potencia, inconmensurable en el juego aéreo y definición. Rugía Stamford Bridge cuando tenía el balón y el Valencia empequeñecía a pesar de que Víctor Ruiz se multiplicaba. En la actual situación financiera el VCF no puede tener en su plantilla jugadores de su nivel con salarios desorbitados para los ingresos que genera el club. Competir con ellos también es complicado.

Físico por talento

André Villas-Boas aplaude la llegada de futbolistas con un exquisito talento como Juan Mata a la Premier, pero no es tonto a pesar de su corta y a la vez intensa carrera en los banquillos. Su primera batalla era evitar que el VCF expusiera su talento sobre el césped, de ahí que sentó a ´Super Frankie´ Lampard por Meireles. Taponó el carril central, logró dejar al Valencia sin cerebro forzándoles a que volcaran su juego por las bandas y ahí empezó a apagarse el sueño. ¿Qué hubiera pasado si llega a entrar el balón que escupió el palo a tiro de Jordi Alba o el espectacular derechazo de Albelda que obligó a Cech a ponerse el traje de superhéroe.

La banda de Barragán

Uno de los motores del futbolista es su estado de ánimo, la confianza en creerse mejor que el compañero con el que va a lidiar batallas individuales. Y una la debía protagonizar Barragán encarando a Mata. Se le insistió desde el banquillo porque aún es primerizo en batallas continentales. Los nervios iniciales se los fue quitando poco a poco, hasta pedir una plaza fija en la línea de fondo para nutrir con balones al área.

Soldado, el líder

Soldado quiere ser uno de los líderes a base de hechos. La experiencia dice que los futbolistas se ven en los momentos difíciles y el ´9´, cuando el colegiado señaló el descanso, se esperó en el túnel de vestuarios a que se fueran retirando uno a uno sus compañeros para animarles. Ese es el camino para seguir creciendo.

Mata y su apuesta

El otro hombre de la noche era Juan Mata. No brilló, por su cabeza maldecía el triste destino. Sólo podía pasar uno de sus dos equipos y eso le llevó a descansar poco los últimos días. A sus excompañeros se lo dijo claro: «Que gane el mejor». Ahora tiene su apuesta clara, que el Chelsea gane la Champions y el Valencia la Europa League.

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