Para qué voy a seguir el balón si siempre es del Betis... ¿Para qué?, me pregunto. Cuando no le toca a Cañas, es turno de Salva Sevilla. O a Nosa o a cualquiera que vista de verdiblanco. Mejor será mejor mirar hacia otros lados. Para eso estoy en el Benito Villamarín. Pronto me arrepentí. El panorama todavía era más tétrico. Albelda no se creía el error de Rami en el primer gol. ¡Menuda bronca de Gago a Viera! Gago y Tino Costa se enzarzan. «Aquí, aquí», corrigiéndose la posición. Todo lo que era orden en Minsk ahora es desorden. Bernat falla un control fácil. Todos enfadados. Para colmo Soldado desde la distancia le tiene que decir a Cissokho cómo tiene que bascular. ¿Y el pase de Joao a Viera en claro fuera de juego? Pellegrino se desespera. «Tontos, tontos», grita el beticismo. Alves se retira al vestuario en el descanso discutiendo con el árbitro. Todo es un despropósito. Deportivamente Cañas, que llegaba a todas y todo el bagaje ofensivo en la primera parte se resumió en dos tiros lejanos de Albelda y Tino. Ahí se empezó a perder el partido.

Valdez psicólogo

Y lo peor que no hubo rastro de aquel espíritu, carácter y personalidad que se vio contra el BATE. Debió quedarse en Minsk.¿Por qué salió el equipo dormido? ¿Por qué no se enchufó hasta que lo tenía prácticamente perdido? Me da la sensación de que Valdez es el psicólogo de este equipo. Tiene que entrar él para contagiar al resto. Decía Soldado en SUPER que jugar con carácter nos da la vida. Cuanta razón tenía. A veces se podrá remontar, como pasó contra el Athletic, pero la lección de este partido está clara. O se juega al cien por cien desde el minuto uno o eres cadáver seguro.

Del sitio de Tino

La solución futbolística pasó por Éver. Pelegrino esta vez sí que se mojó con los cambios. Sale Albelda, entra Éver a la mediapunta y Tino retrasa su posición. Para acabar con un trivote en toda regla con Gago como eje y Éver y Tino de volantes. Así tuvo oro aire el equipo. Me viene a la mente otra pregunta. ¿Por qué no funcionó esta vez ese falso trivote que es jugar con Tino en el enganche? Entre despropósito y despropósito del equipo pienso. ¿No será que Tino es un jugador de partidos de ida y vuelta como el de Minsk y que solo rinde en esa posición con espacios? Tengo tiempo para seguir reflexionando. El partido lo permite. Tino, en esa posición, con defensas cerraditas y sin espacios está condenado a sufrir.Y más con un perro de presa como Cañas. Menudo partido se marcó el rubio. ¿Y Salva Sevilla? Braulio, fíchalos.

Las consecuencias

Lo malo es que lo que tenía que ser un ilusionante partido de Liga contra el Atlético de Madrid en Mestalla para presentar su candidatura a la Champions es ahora una final a la desesperada, y todavía estamos en octubre, para evitar que el Atlético se marché ya para siempre. Otra consecuencia. Guaita y Jonas. Los dos acabaron tocados. Uno porque pensaba que iba a recuperar su puesto en la portería tras su victoria frente al Atlético y otro que recibió un toque de atención quedándose fuera de la convocatoria. Su cara, como la de todos, incluido quien les escribe, era un poema.

El Flaco y catorce más

No creo que el Flaco fuera tan bueno el martes y tan malo ayer. Dio continuidad a la columna vertebral de Minsk, fue valiente en el descanso, cambió de sistema tres veces e intentó por todos los medios motivar a los suyos. Es el responsable máximo. Siempre lo será. Pero ayer los futbolistas le ayudaron poco.